Una amistad un poco... peculiar [Y/N x Vee] [the owl house]

Capitulo 4. El comienzo en la cabaña 7.

Primer memoria.
El sol se aprecia por lo alto, en el cielo una pequeña sombra aparece volando. La sombra era un hermoso cuervo, quien aterrizó sobre el hombro de un adulto joven con un peculiar cabello rubio...

- Boly, ya me estaba preocupando. - bromeo alegremente al ver al cuervo. - Mira mis papas, están creciendo bastante bien. - presumió sus cultivos al ave.

- ¡¡CALEB!! - alguien gritaba a lo lejos, refiriéndose al hombre con el cuervo.

- ¿ah? - Caleb reconoció esa voz.

Un adulto más joven llegó hasta Caleb, jadeando por cansancio.

- Philib, ¿Qué pasó? - Caleb pregunto acercándose a Philib.

- Uff, ahora sí. - recupero el aliento. - Hermano, no adivinas lo que acabo de escuchar. - Philib parecía estar emocionado.

- ¿Un oso atacó al cura otra vez? - pregunto curioso.

- Mejor aun, escuche que alguien vio a una bruja por el bosque. - Caleb ya veía venir lo que venía. - Vamos hermano, tenemos que cazar a la bruja. - pidió emocionado.

- Philib lo siento, pero tengo que cuidar de mis cultivos. - rechazo la propuesta de su hermano. - Pero puedes ir con alguien más del pueblo, tal vez podrías hacer nuevos amigos para cazar brujas. - Bromeo un poco.

- Hermano, por favor. - Philib de verdad quería que Caleb le ayudara.

- Caleb Wittebane, ¿qué se supone que estas haciendo? - una voz femenina más vieja hablo. - si veo que vas a cazar brujas con Philib y tu cuervo, en lugar de cuidar los cultivos me las vas a pagar. - la señora parecía estar enojada.

- Perdón Philib, pero tengo que trabajar. - se disculpo con su hermano. - Hablamos en la noche. - Se despidió de Philib y se dispuso a seguir con su labor.

Fin de la memoria.

Una vez que todos los jovenes habían hagarrado un número, fueron detenidos unos momentos por el director.

- <[¡¡UN MOMENTO POR FAVOR, LOS MAESTROS LOS GUIARAN HASTA SUS RESPECTIVAS CABAÑAS, MUCHAS GRACIAS POR ESCUCHAR!!]> - después del aviso, los profesores de antes empezaron a llamar a los jovenes por sus números.

- ¡¿A quien le toco el número 7?! - una voz femenina habló, no parecía tener más de 20 años.

- Luz, creo que nos hablan. - ambos se dirigieron hasta la mujer que llamaba a los del número 7.

- ¿de casualidad les toco la cabaña 7? - pregunto amablemente.

Otros tres chicos se dirigieron hasta la maestra, ya eran los 5 jovenes de la cabaña 7.

- hola, como escucharon hace rato, soy la maestra Dulce, y creo que yo seré su tutora mientras estemos en el campamento. - dijo un poco nerviosa, parece ser nueva en esto.

La maestra sacó una llave de su bolso y suspiro con alivio. - ~Menos mal no la perdí~ - hablo para si misma. - Bueno, tengo que llavarlos hasta su cabaña para que dejen sus cosas y se conoscan un poco ~o algo así me explicaron~. - seguía hablando para si misma intentando recordar el orden de lo que tenía que hacer.

La maestra Dulce los llevo hasta la cabaña, y después de batallar con la cerradura, lograron entrar.

- hay dos camas literas y una cama individual, escojan la cama que más les guste... - la maestra se dio un pequeño sape. - perdónenme, es mi primer pasantia como maestra y la práctica es diferente a lo que me enseñaron. - se disculpo torpemente. - Bueno, pásensela bien este día, mañana los veo. - salió de la cabaña y se fue.