「 chapter III 」

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La página se deslizó hacia la izquierda, nuevas palabras se mostraron ante sus ojos, unas que ya había leído decenas de veces, pero en todas y cada una, su significado se transformaba junto con sus pensamientos

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La página se deslizó hacia la izquierda, nuevas palabras se mostraron ante sus ojos, unas que ya había leído decenas de veces, pero en todas y cada una, su significado se transformaba junto con sus pensamientos. El libro causó un ruido seco al cerrarse, su estómago rugía demasiado como para seguir concentrada en la lectura.

— No asistí al comedor en su hora establecida de la cena. —Nyx depositó el libro sobre el colchón, antes de levantarse del mismo y colocarse unas botas que le cubrieran del frío metal del suelo— ¿Crees que seguirán sirviendo comida?

D-32 despertó lentamente de su modo de ahorro de energía, y haciendo brillar un par de luces verdosas, respondió:

— No poseo los conocimientos adecuados sobre esta nave como para responder con exactitud a su cuestión, oficial. —la contestación no sorprendió a Nyx, quien se acercó de todas formas a la puerta para salir— ¿Quiere que la acompañe?

— No hace falta, puedes mantener tu función de ahorro hasta que recobres la batería, D-32.

Dio un paso al frente y la puerta se deslizó. Nyx llegó a escuchar un "Gracias, oficial" antes de cruzar y que volviera a cerrarse a su espalda.

La nave de la Resistencia poseía tantos pisos, tantos pasadizos, que fue imposible que Nyx no perdiera la orientación. Cuando se encontraba vagando entre habitaciones desconocidas, fue cuando se arrepintió de no haber traído a D-32. 

Por el rabillo del ojo, su atención se iba desviando constantemente hacia el frío exterior tras los cristales. Desde el cinturón de meteoritos de Yvne 7, se contemplaban los retazos de la lucha, las secuelas de las explosiones todavía eran visibles después de horas. Sintió cierta curiosidad por la batalla de los cazas, por cómo habían logrado salir todos indemnes, y destrozar por completo una nave de cargamento con una inmensa cantidad de saqueadores. Fue un atisbo de interés, que se esfumó con la misma presteza con la que había aparecido.

Su cuerpo se detuvo ante la visión del hangar. Naves provenientes de Arkania descargaban caja tras caja, todas metálicas, todas y cada una señaladas con la peligrosidad del Ipsium. Material delicado que fue transportado ante sus ojos por la Resistencia hasta sus almacenes. Mork'au había cumplido su parte, ahora restaba el pago, que de no realizarse recaería en Nyx el saldarlo.

CENIZAS DE UNA ERA ⎯⎯ ꜱᴛᴀʀ ᴡᴀʀꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora