𝗽𝗼𝗲 𝗱𝗮𝗺𝗲𝗿𝗼𝗻 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...
El abuso de la Primera Orden sobre el Concordato Galáctico ha llevado a la creación de la Resistencia. Hombres y mujeres valientes se enfrentan a la tira...
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— Conseguí su ubicación, Nyx. —ante la mención de Luke Skywalker, ella caminó con más insistencia por la habitación— Se la di a BB-8 antes de que me capturaran. —el alivio se distinguió en su voz.
Nyx acortó la distancia de nuevo, con las cejas un poco más juntas y arrugadas.
— Eso no me importa. —sentenció con severidad, sorprendiéndolo— Llegaré al sistema Jakku en unas horas, y necesito saber con exactitud tu posición.
— No lo sé, no sé dónde estoy. —respondió tras unos segundos. Poe no concebía cómo ella era capaz de no alegrarse por la noticia, se preguntó si acaso no le importaba que bando ganara. Desechó esa idea rápidamente— No han encendido los hiperpropulsores. —sus ojos siguieron los movimientos de Nyx por la habitación, intentaba encontrar el más mínimo indicio que dijera dónde estaba— Lo más probable es que sigamos en el sistema.
— No me gustan las probabilidades. —murmuró cruzándose de brazos ante él.
— No me rescates.
— ¿Cómo dices? —sus brazos se aflojaron ante la sorpresa.
— Es un suicidio. —Poe se mostró más despierto que nunca, la idea de que verla morir por ayudarlo le hizo olvidar el dolor de todos los golpes. Se estiró lo máximo que pudo, lo que los grilletes le permitieron— Son centenares, los he visto y... —cuando puso un pie en aquella nave, se dio cuenta de que la Primera Orden era mucho más peligrosa de lo que se imaginaba la Resistencia— No vale la pena.
Nyx dio un paso atrás, encontrándose, por vez primera en su vida, totalmente perdida. El único motivo por el que se encontraba allí era porque debía cumplir su misión, porque si Poe moría, el pacto también. Se dio cuenta, ante la encrucijada de regresar o arriesgarse, que verdaderamente no le agradaba imaginar a Mork'au entregando todas sus existencias a la Orden. Aquello ocurriría si el trato no se cerraba, y por completo. Estuvo a punto de comentar que no deseaba salvarlo realmente él, sino al pacto, cuando cada célula de su cuerpo se contrajo ante la oscuridad.
Jamás el lado oscuro de la Fuerza se mostró tan presente ante ella. Se alejó de la puerta, escuchando unos pasos resonar contra el suelo de metal.
