Realization

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Sal estaba sentado en su cama, y en la orilla, una chica castaña lo abrazaba. Ashe.
Ambos se sobresaltaron al verla ahí plantada.
Ashe miró a Violet, después a Sal, y nuevamente a Violet antes de apartar los brazos rápidamente de Sal.

El chico no hacía nada, sólo se quedó inmóvil en su sitio.

"- Lo siento... No quería interrumpir nada."

A: "¡No!... Es decir... sólo estábamos conversando sobre..."

S: "Fantasmas."

A: "Si... Eso." "En fin... es tarde." -dijo mientras se ponía de pie y se dirigía a la puerta, pero no sin antes mirar a Sal sin que Violet se diera cuenta y hacer un gesto con el pulgar señalando a la chica con una pequeña sonrisa disimulada e irse-

Encontrarlos de esa forma fue lo último que se esperaba ver, su confianza había desaparecido por completo y se sentía pequeña, vulnerable.

S: "Tú... ¿Querías hablar de algo?"

No dijo nada, sólo se quedó ahí por unos segundos pensando en que sólo quería irse corriendo de ese lugar.

S: "¿Violet?"

"- Debería irme... Lo siento, adiós, Sal."

Antes de que pudiera decir algo más o intentar detenerla, se dió la vuelta y salió de su departamento, y tal como lo había querido corrió hacia el suyo.

Al llegar, siguió corriendo hasta llegar a su habitación. Cerró la puerta detrás de ella y se dejó caer en el suelo, cubriendo sus oídos con las manos.
Se sentía rara.
Al pensar en el nombre de Sal le dolía el pecho y le costaba respirar. Y al recordar lo que había visto, por una razón que no había comprendido del todo, sintió como sus ojos le ardían mientras sus mejillas se humedecían.
No sabía muy bien que le pasaba, no sabía si estaba molesta o triste, o tal vez ambas.
Su mirada se dirigió hacia el espejo que reposaba frente a ella.

Y ahí fue cuando se dió cuenta.

N̶o̶ t̶h̶o̶u̶g̶h̶t̶s̶. H̶e̶a̶d̶ e̶m̶t̶y̶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora