Note

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Dos días más pasaron, y su teléfono estaba lleno de mensajes de sus amigos preguntándole el porqué de sus faltas. De todos sus amigos menos Sal, por supuesto.
No le dió por responder ninguno, no tenía energías para lidiar con otras personas si apenas se soportaba a sí misma.
Pero no podía esconderse bajo sus sábanas por siempre, debía de enfrentar las clases si es que quería aprobar el año, se lo había prometido a su madre y no le podía fallar, no de nuevo.

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T: "¡Vaya! A este ritmo creímos que ya no volverías."

M: "¿Te encuentras bien? Te ves algo cansada..."

"- Estoy bien... Solo me dormí un poco tarde y he estado enferma."

T: "Pues espero que ya te sientas mejor, porque si sigues así podrías reprobar."

"- Lo sé. Iré por mis libros, los veo luego."

"Hasta luego."

Les hizo una seña de despedida con la mano y se dió la vuelta para dirigirse a su casillero.
Al abrirlo notó como un trozo de papel doblado caía de entre sus cosas, lo recogió del suelo y lo abrió, dejando ver una nota escrita en cursiva ligeramente descuidada.

"Violet, hay cosas que tengo que explicar pero no me he atrevido a buscarte.
Habrá una reunión en casa de Ashe el Viernes por la noche, si tienes tiempo me gustaría verte.

-Sal"

Se quedó mirando fijamente el papel, quieta. Y después de unos segundos, lentamente lo colocó dentro del bolsillo frontal de su jean, y cerró la puerta de su locker, pero no sin antes admirar por última vez el decorado con algunas pegatinas de bandas, dibujos hechos por ella y algunas fotos de sus amigos. Entre éstas había una de Sal en donde ellos dos compartían unos auriculares mientras se encontraban echados en la cama de la chica. Al verla un pequeño dolor le recorrió el pecho, cerrándolo finalmente.

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N̶o̶ t̶h̶o̶u̶g̶h̶t̶s̶. H̶e̶a̶d̶ e̶m̶t̶y̶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora