O7.

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Despertar a la mañana siguiente es una experiencia diferente.

Bruce no se había sorprendido en absoluto cuando descubrió que Clark tiende a levantarse y acostarse junto con el sol. Se levanta al amanecer, dejando que Bruce, a menudo, se despierte junto a un frío y ordenado espacio vacío en la cama, y Clark suele irse a dormir horas antes de que Bruce haga lo mismo.

Hace que sea fácil compartir la cama, ya que realmente nunca interactúan a su alrededor. Bruce se había preguntado si Clark alguna vez encontraría el catre extra para que él durmiera, pero semanas después, es obvio que se le olvidó o que este arreglo para dormir no le molesta a Clark en absoluto.

Ciertamente no molesta a Bruce.

Pero esta es la primera vez que se despierta y ve que Clark sigue aquí. Puede sentirlo acurrucado contra su espalda, uno de los brazos de Clark envuelto perezosamente sobre las caderas de Bruce y su nariz presionada entre los hombros de éste. Casi hace que Bruce se sobresalte por la extraña sensación, normalmente acostumbrado a despertarse solo en la cama, pero después de unos momentos de adaptación, acaba hundiéndose en el abrazo de Clark nuevamente e inclinándose para cubrir la mano en su cadera.

—Buenos días —murmura Clark detrás de él, moviendo la mano para sostener la de Bruce.

Bruce se queda sin aliento un segundo antes de sonreír suavemente—: Buenos días, Clark —murmura antes de estirarse y darse la vuelta. Clark retrocede lo suficiente para dejarle espacio, pero mantiene su brazo sobre la cadera de Bruce. Cuando Bruce lo mira de frente, es para ver que Clark tiene la sonrisa más cálida en su rostro.

—Si esto va a ser algo habitual, creo que me va a gustar —dice Clark, y Bruce pone los ojos en blanco y empuja el pecho de Clark.

—Es demasiado pronto para ser empalagosamente dulce —lo regaña Bruce al tiempo que las puntas de sus orejas se calientan—. No vamos a dar vueltas como adolescentes. Me niego a que nos murmuremos cosas dulces el uno al otro.

—Lo tendré en cuenta —se ríe Clark, sacudiendo la cabeza mínimamente—. Sólo insultos y rudeza por la mañana.

—Exactamente —Bruce está de acuerdo, pero puede sentir cómo su boca empieza a esbozar una sonrisa—. Nada sobre la forma en que el sol se refleja en tus ojos.

—O el brillo sin esfuerzo de tu despeinado cabello.

—Sólo mal aliento matutino.

—Y mocos en la nariz.

Bruce se echa a reír abruptamente, sacudiendo la cabeza mientras lo hace—. Bueno —se las arregla para decir—, eso es demasiado.

Clark también se ríe, su sonrisa es radiante y en sus ojos hay un brillo genuino. Bruce cree que puede haberse enamorado de Clark antes, pero no es nada comparado con lo que siente ahora. Con completa y absoluta honestidad, cree que su pecho podría estallar en un momento, pero nunca lo dirá en voz alta. Sin embargo, empeora cuando Clark se inclina hacia adelante y lo besa, con aliento matutino y todo, y Bruce arrastra una mano hacia arriba para posarla en la mandíbula perfectamente definida de Clark y acariciar con el pulgar sus pómulos afilados.

Eventualmente, se levantan. Bruce podría intercambiar besos perezosos con Clark toda la mañana si pudiera, pero necesitan ponerse en marcha si quieren llegar a los camiones a tiempo para su viaje al pueblo. Una parte de Bruce está un poco emocionada. Con suerte, habrá algún tipo de revista de chismes allí y él podría conseguir algunas pistas e ideas sobre cómo su presencia aquí en las montañas está afectando al resto del mundo y las líneas de tiempo, pero no tiene muchas esperanzas de obtener respuestas.

¿QUÉ PASARÍA SI REESCRIBIÉRAMOS LAS ESTRELLAS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora