El Regreso De La Armadura

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Milo había llevado a los chicos a la sala del Gran Patriarca donde se encontraban los caballeros de oro restantes, a esepcion Aioria.
Cada caballero de oro tenía las piezas una armadura de los chicos.

-Maestro Mü está aquí- habló Shiryu feliz.

-Kiki me llamó y dijo que ustedes necesitaban ayuda para arreglar sus armaduras.

Kiki salió por la espalda de Mü saludando y los chicos le agradecieron por ello.

-Pero ¿Por que están los caballeros de oro maestro?.

-Shiryu si mal no recuerdas, te expliqué que las armaduras tienen vida propia y está se puede perder, por ello para revivirlas se necesita la mitad de la sangre de una persona... Y los caballeros de oro están dispuestos a dar su sangre para sus armaduras incluyendome.

Dicho esto los caballeros de oro se hicieron un corte en su muñeca para darle su sangre a las armaduras; Milo a la de cisne, Aldebaran la de pegaso, Shaka la de andromeda, Shura la de fénix y Mü la de dragón.

-Oigan no es necesario que hagan eso, por favor detenganse- hablo Seiya preocupado.

-Por favor es lo menos que podemos hacer por ustedes, al haber salvado y defendido a Atena- habló Aldebaran

-Pero maestro, Kiki nos dijo que esto tardará 1 hora- Mencionó Shiryu igualmente preocupado.

-Así es. Me tardaría 1 hora con las 5 si usará las herramientas y el polvo de estrella, pero con la sangre es menos tardado.

Terminando de decir esto las armaduras estaban cubiertas de sangre por completo y los dorados se detuvieron, dejando a Mü hacer su trabajo.
Tomo sus herramientas y empezó a repararlas, sacando chispas y un bello resplandor. Los chicos estaban atónitos pues nadie había visto el trabajo que era repararlas.

Unos 10 minutos después sus clot estaban completas y sin daños, se pusieron sus armaduras ahora más fuertes y resplandecientes.

-Wow mi armadura esta llena de vida- dijo Hyoga

-Es como si la pudiera oír respirar- Shun estaba tan cautivado por lo hermosas que eran.

-Se los agrademos a todos— Shiryu hizo un saludo de respeto y los demás le siguieron.

-No tienen nada de que agradecer ustedes cumplieron su deber como caballeros- Dijo Shura.

-Entonces ya podemos seguir explorando el santuario- decía Saori emocionada.

-Lo lamentamos señorita Atena pero usted no se puede ir- habló Mü

-¿Por qué no?

-Usted no han tenido un entrenamiento adecuado durante 16 años, esto también cuenta estudios básicos sobre Atena y sus deberes, tiene que quedarse para empezar su entrenamiento- Respondio Aldebaran

-¡Que! ella no va a hacer eso- protesto Seiya

-Ustedes también deberían de entrenar, lograron obtener el 7 sentido pero no es suficiente aun les falta experiencia, bueno si es lo que quieren- hablo Shaka.

Nadie dijo nada a excepción de Saori que calmo a los chicos, ya que era cierto, ella debía entrenar para ser una buena diosa pero trató de animarlos diciendo que se verían después y diciendo esto se fue con Aldebaran qué la llevaría a sus aposentos y le daría su primera clase.

Seiya estaba algo triste ya que quería seguir viendo el pueblo con ella pero recordó que tenía otro objetivo.

-¿Alguno sabe dónde puedo encontrar a Aioria?-

-Mmm~ seguro que está con Marín de águila, ellos han estado muy juntos últimamente- contesto Shura algo burlon.

-Ey! no te burles, el al fin encontro esa persona especial- Lo había regañado Milo.

-Jajaja- rio un poco Shaka -Esta a las afueras del pueblo, al este. Lo llamamos el jardín, ahí lo encontraras junto a Marín.

-Te lo agradezco Shaka- Con esa información Seiya salió de la sala junto con otros caballeros de oro.

Milo bajaba las escaleras para dirigirse a su templo pero una voz la detuvo.

-Milo espera por favor- era Hyoga que bajaba las escaleras rápidamente -Tu fuiste la amiga más cercana de mi maestro, Camus de acuario.

-Asi es Hyoga.

Se notaba un pequeño rubor en Milo por lo dicho de Hyoga pero a él no le era tan extraño su reacción.

-Sería un honor que tu me entrenarás.

Milo se quedó pensando un momento la petición de Hyoga, más no le desagrado la idea por lo cual asepto y lo llevó para que entrenará en su templo.

Cómo Shiryu y Shun se habían quedado solos, ya que al parecer Ikki se había marchado antes sin despedirse, decidieron bajar pero cruzando la casa de piscis, Shun le gustó las bellas rosas que habían en el templo.

-Wow, ¿Shiryu de quien es este hermoso templo?.

-Es la doceava casa y la protegía el caballero de piscis, Afrodita. Sus ataques se basaban en rosas- Shiryu vio a Shun alejarse un poco - ¿Shun a donde vas?

-Pienso llevarle una rosa a Saori, para que le de ánimos en su primer día de entrenamiento- Lo decía con una sonrisa.

-Bien, suerte amigo, te veo después- Shiryu se despidió de Shun saliendo de la casa de piscis.

Shun estaba buscando la rosa perfecta para su amiga pero un cosmos relajante y agresivo se empezó a sentir provocando  que Shun se pusiera en guardia y su armadura.

-¿Que haces aquí? En el templo de piscis niño bonito- una voz tranquila le pregunto

-¿Quién eres? el caballero de esta casa está muerto

-Que mi cuerpo ya no este aquí no significa que deje de proteger este templo.

Shun se acercó al lugar donde provenía la voz y vio a la armadura de Piscis con un cosmos puro.

-Yo soy Afrodita de piscis el doceavo caballero que protege este templo.

-Yo soy Shun de andromeda señor Afrodita, no quería molestar solo quería conseguir una rosa para mi amiga.

Shun trataba de calmar la situación porque no quería pelear, pero de la armadura de salió una figura de cosmos rosa de un caballero con aspecto femenino y muy bello.

-Mm~- Afrodita se acercó a Shun analizandolo -Eres tan fuerte como bondadoso Shun de andromeda... Pero débil para tomar decisiones.

Con eso Afrodita dejo a Shun pero este no estaba muy conforme con lo que dijo.

-¿A que se refiere con eso?.

-No te gusta pelear, ni dañar a los demás, pero no sabes cuando dejar de hacerlo, no eres más que un débil.

Afrodita no lo decía de mala manera solo había visto algo en Shun que le llamó la atención, su poder, sabía que era muy poderoso pero él mismo lo ocultaba.

-No soy un débil, soy un fuerte caballero de Atena.

-Entonces demuéstralo!!.

Con esto Afrodita había empujado a Shun con una ráfaga de rosas a un jardín debajo de la casa de piscis.

°°°°°°°°°°°°°°Continuara°°°°°°°°°°°°°°

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