Shun se había sostenido de un pilar gracias a sus cadenas que lo bajaron en un jardín qué estaba abajo del templo como una cúpula de cabeza, muy bello, habían pileres qué los rodiaban rosas rojas al igual que las paredes, sintiendo como el suelo estaba cubierto por agua transparente qué le llegava a las pantorrillas y de bajo había césped verdad.
—Esto es hermoso.
Shun estaba sorprendido por el lugar tan bello frente a sus ojos pero una rosa roja fue lanzada hacia el, esquivandola con facilidad.
—Veo que tienes buenos reflejos.
Afrodita bajaba con elegancia al jardin pero a diferencia de Shun el no toco el agua se mantenía sobre ella.
—¿Que opinas de este lugar Andromeda?
—Es muy bello señor Afrodita.
—Por favor no me digas señor, no soy tan viejo— Afrodita se notó algo disgustado por la palabra señor —Bueno basta de palabrerías. Rosas demoníacas reales!!.
—Protegeme cadena, ¡Defensa rodante!
Las cadenas de Shun no permitian que ninguna rosa de Afrodita pasará destruyendo las.
—Hacer eso no te protegera, solo estas inhalando más el veneno de mis rosas rojas.
—¿Que?!— Cuando acabó de decir eso Shun se empezó a sentir débil y mareado.
—Mis rosas tienen un olor tan lindo pero tan letal... ¡Rosas demoníaca reales!
Afrodita volvió a lanzar sus rosas hacia Shun pero esta vez sus cadenas no pudieron detenerlas y las rosas se clavaron en su cuerpo derribandolo.
—No te preocupes Shun tendrás una muerte lenta pero indolora, claro, si no te rindes y si decides hacerlo te dejare vivir.
Afrodita se acercaba a Shun.
—Se que no te gusta dañar a tus oponentes, pero aveces es necesario hacerlo. Porque no solo te va a matar a ti, si no al resto de personas y más a las que amas.
Afrodita paso aun lado de Shun sin voltiar a verlo mientras el escuchaba sus palabras sintiendo como el agua rosaba su rostro al igual que algunos pétalos de rosas.
—Para los caballeros de Atena es importante un espíritu indomable y de cran violencia, aunque un corazón bondadoso como el tuyo también es importante pero tu gran cualidad también es tu gran debilidad. No te gusta pelear pero aveces es necesario hacerlo. ¡Vamos muestrame lo que tienes Andromeda!
Afrodita quería motivar a Shun para que usará todo su cosmos y no tuviera miedo a dañar a nadie.
—Si no acabo con el enemigo no sólo yo moriré, si no también muchas personas— Decía Shun en su mente elevándo su cosmos cada vez más —Peleare por mí pero no solo eso lo hare por las personas que amó.
Shun comenzó a levantarse y se mantuvo en pie, quitándose las rosas que tenía clavadas.
—Tormenta Nebular!— Shun utilizó su tormenta no tan poderosa para dispersar el olor de las rosas.
—Muy bien Andromeda.
Afrodita estaba por lanzar otra vez su ataque y Shun estaba listo.
—¡Rosas demoníacas!
—¡Onda de trueno!
La cadena de andromeda destruyó las rosas y se dirígia a el caballero dorado para atacarlo, atravesando su ojo izquierdo algo que preocupo mucho al pisciano tocando su cabello que tenía para ocultar su ojo izquierdo.
—Afrodita! ¿Estas bien?!— Shun estaba preocupado la reacción repentina del dorado.
Una rosa pasó por su mejilla destruyendo el pilar qué estaba atrás de el, pero esa rosa tenía un color distinto a las otras... Era negra.
—Bajaste la guardia muy rápido... Esta es una rosa piraña, destruye todo lo que las toca, como sus espinas.
Afrodita lanzo sus rosas pirañas y Shun trataba de defenderse con su cadena pero esta era destruida por las rosas quedando en una situación desfavorable ya que sus cadenas tardaban en reconstruirse solas.
—Tu dependencia hacia esas cadenas puede ser peligroso Shun. Ahora sin ellas ¿Que piensas hacer?
Shun estaba perplejo, sus cadenas eran su principal arma pero recordó lo que él caballero le dijo, lo vio a los ojos, esos ojos reflejaban que sabía que hacer pero no si tenía el valor para hacerlo. Afrodita estaba sorprendido por su determinación y decidió atacar para sacar su poder.
—Rosas pirañas.
—¡Tormenta Nebular!
La tormenta Nebular era más poderosa que la anterior algo que noto el caballero de oro, quedando sorprendido. El ataque de Shun hizo que retrocedia unos pasos hacia atrás. Afrodita quería atacarlo de nuevo pero no podía moverse y la tormenta aumentava su poder teniendolo indefenso lo cual provocó que la tormenta lo lanzará contra un pilar violentamente.
—¡¡Afrodita!!— Shun detuvo su ataque al ver como se estrelló.
—Jajaja Shun— el dorado le dio una sonrisa de felicidad mientras se levanta —Sabía que tenías un poder más grande. No debí subestimarte.
—Creí que te había lastimado.
—Shun, soy un cuerpo de cosmos puro, no me pudes lartimar.
Afrodita caminaba hacia el quedando lado a lado y darle un gesto de respeto para seguir su camino dejando a Shun atrás.
—Serás un buen caballero de Atena.
—¿Puedo volver otra vez a este templo?.
—Si eso deseas... Y Shun— Afrodita lanzó una rosa roja qué Shun atrapó con su mano.
—No puede ser.
—Tranquilo, no esta envenena, es la rosa más hermosa que tengo. Llevásela a Athena.
—Muchas gracias Afrodita.
Diciendo esto Shun se retiro del jardín para ir a los aposentos de Athena y Afrodita solo lo veía retirarse con orgullo mientras desaparecía su cosmos.
—Shun sigue usando ese poder para el bien.
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Saint Seiya Legends
PertualanganEsta es la continuación de la película La leyenda del santuario expandiendo más el universo de esta misma y viendo las nuevas aventuras que tendrán Seiya, Saori, Shiryu, Shun, Hyoga e Ikki