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Pov Tom

Ya habían pasado 4 días que llevaba en esa casa abandonada y de verdad estaba cansado de esperar a que llegara la noche para buscar algo qué comer y con que entretenerme, sabía que me estaban buscando, creí que el capricho de mi tío se pasaría rápido pero no, está vez de verdad quería quitarme de encima suyo definitivamente.

Estaba caminando por la calle en medio de la noche, era la única salida segura que tenía, como un gato callejero que ya conoce cada rincón de la ciudad, sabiendo por dónde cruzar y por dónde no, me dirigía directo a las puertas del infierno mientras escuchaba los buzones de voz que me dejaba mi mejor amigo.

-" Tom, qué mierda ocurrió? Tu tío me tiró la bronca, dijo que si te ocultaba irían a mi casa"

-" Tom, acaban de venir unas personas del instituto de menores venizka, se puede saber que carajos hiciste?"

-" ya pasaron dos días, estaría bastante bien que al menos me respondas un jodido pulgar para arriba para saber que no estás siendo devorado por ratas hijo de puta "

-"espero que no te estés metiendo en más problemas, responde porque juro que te parto las piernas cuando te vea maricón"

-"Tom, al menos dime dónde puedo dejarte comida, prometo sólo dejar la comida eh irme" -

Suspiré y cerré mis ojos apretando mis puños en los bolsillos de mi pantalón, aún seguía con las mismas pintas que el día que salí de la casa de mi tío, estaba cagadisimo de frío y ni hablar del hambre, agradecía la resistencia al hambre que tenía, si no estaría rindiendome a la tentadora propuesta de georg.

- "hoy le apreté un poco el culo a tu primo, dijo que le robaste dinero a tu tío, eso es ridículo, como si tú tio tuviera dinero siquiera para que le robaras, no?...como sea, cuida bien de tu culo"

-" si robaste aunque sea un dólar de ese viejo dime, le pagaré para que te deje en paz y retire los cargos, luego me pagas el favor presentándome chicas, qué dices?"

Jamás conseguiría a alguien tan real como Georg, ese tipo de verdad eran de los que ya no existían, luego de él supe realmente considerar quien era amigo y quién no de igual forma que también era consciente de que no era merecedor de su amistad.

- "sé que no piensas responder, pero por favor, no hagas ninguna tontería, por favor Tom"

Tragué saliva y guarde el teléfono antes de acercarme a aquel callejón tan conocido por aquel graffiti del angel caído, suspiré y me adentré antes de pensar lo suficientemente como para darme cuenta de que era una locura, un hombre pelado que me sacaba como 3 cabeza se puso en frente mío mirándome de mala gana.

- quién eres mocoso?

- soy Tom Kaulitz, quiero hablar con Jason, él -

Ya me parecía raro que alcanzarán a preguntarme mi nombre cuando sentí un dolor en el pecho que me saco el aire de inmediato, me agaché tomándome del estómago por aquel puñetazo y seguido de eso me agarró de las rastas haciendo que le mirara.

- como siquiera tienes la osadía de llamarlo por su nombre así como así, es que no tienes modales maldito?

Seguía con una mueca de dolor en mi rostro, estaba a punto de mandarme la cagada del siglo y insultarle haciendo referencia a su pelada brillante cuando escuché aquella voz pesada tan conocida, siempre la había asimilado a el tono de voz que podría tener el mismisimo lucifer, del fondo del callejón surgió su figura, con aquella cicatriz en el labio indicando que había tenido labio leporino en algún momento, y sus respectivos guantes los cuales yo sabía que ocultaban unas grabes quemaduras de tercer grado, me quedé en mi lugar mirándolo, se sentía como la primera ves que lo ví, tan intimidante con su sola presencia.

MENTIROSO  |  TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora