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Pov Tom.

Luego de lo sucedido me dormí, pero aún así no podía evitar despertarme de a ratos de forma inconsciente cuando estiraba mi brazo en busca de su cuerpo y no estaba, se .e había hecho mala costumbre aferrarme a él para conciliar el sueño, me fastidiaba aquello que me ocurría desde la primera noche que pasamos juntos, por lo que sólo tenía la opción de dormirme mirando hacia la pared para evitar que mis brazos lo buscaran.

Las discusiones con mi tía habían disminuido sin embargo seguía con su comportamiento extraño cada vez que hablaba de Bill, y eso era evidente porque últimamente me era inevitable no hablar de él con todos, no es que lo buscará, simplemente se me escapaba y me sentía demasiado avergonzado cuando me daba cuenta que la base de todas mis platicas era mi hermano.

Él y yo hablábamos muy seguido, más seguido que antes inclusive, hacíamos llamadas recurrentemente por la mañana tarde y noche, llamadas largas, pero que se sentían ridículamente cortas, eso me gustaba, él me hablaba de sus cosas y yo de las mías...bueno, de alguna de mis cosas, aquello hacia que a veces nos viéramos como unos hermanos normales.

Aunque no estaba lo suficientemente seguro de si eso me gustaba del todo.

Habíamos platicado por la mañana, me comentaba sobre la salud de la abuela, parecían haberla diagnosticado con algo llamado alzhaimer de lo cual no tenía ni el conocimiento más mínimo, por lo que me dijo parecía ser algo referente a la perdida de memoria, eso lo traía bastante nervioso y moría de ganas por ir hasta allá y estar con él pero el trabajo ya había vuelto y habíamos perdido bastante cancha en las calles, la situación era jodida, a veces cuando íbamos a nuestras paradas habían gárgolas, más de uno tuvo que irse a los golpes y eso llamaba muchísimo la atención de la policía cosa que no nos favorecía en lo más mínimo ahora que habíamos perdido tanto respeto.

Nikolah parecía burlarse de nosotros en nuestra cara, hacia y deshacía como quería y eso estallaba a Jason, también eso, hablando de Jason, parecía que el papel de padre le había afectado bastante ya que solía ir a casa de mis tíos regularmente a pesar de que Heidi le haya dejado en claro que no quería que asumiera su rol de padre.

Una de las tantas cosas que no comprendía, porque se aferraba a un niño que siquiera había nacido? Siendo como es, siendo inestable en todos los sentidos de la palabra y por sobre todas las cosas recibiendo el rechazo de la mujer que quiere.

Sería mucho más fácil para él rendirse y dejar que Heidi siga su vida.

Pero eso tampoco era un tema en el que me tuviera que meter ya que solo ellos sabían qué es lo que harían.

Me había dado cuenta que a pesar de ya estar una semana en Hamburgo los excesos no se estaban apoderando de mi como me era mala costumbre, a veces temia ir con Bill porque al pasar tantos días limpio al volver tenía la inmensa necesidad de darme con toda la mierda que se me ponga en frente y ya era bastante obvio que eso jamás iba para bien.

Cada día me despertaba y tenía que colocarme una bandana negra en lugar de mi bandana más importante la cual me había regalado Jason al reconocer mi esfuerzo y lealtad a la pandilla, esa misma bandana que ahora estaba sucia, intocable, llena de sangre y humillación, siquiera sabía dónde estaba, no me importaba, porque sabía que de todas formas no volvería a ser digno de algo como eso, no hasta que recupere mi honor por mis propios medios.

Estábamos todos reunidos, Jason estaba llevando a cabo un plan demasiado grande y teníamos que prepararnos para lo que venía durante y después de ello.

De repente se acercó Iñaki, un niño de unos 14 años, flacucho, lo conocía de vista nomás, no llevaba mucho tiempo con nosotros, quizá unas semanas, pero siempre que lo veía se la pasaba hablando como si tuviera un micrófono, correteando a las chicas, un mocoso, Jason puso una mano en su hombro y lo que dijo me dejó bastante consternado.

MENTIROSO  |  TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora