7

1.2K 92 33
                                    

Pov Bill

Cómo si el día que Tom me dejó en mi casa jamás hubiera terminado pasó una semana en la que mi memoria aún podía sentir la satisfacción de aquel atracón, mezclado con la abrumadora culpa que me ponían aún más ansioso, como si mi cuerpo estuviera sucio por dentro y no existiera una herramienta tan perfecta como para deshacerme de toda la porquería estancada, siquiera el vómito, el ejercicio, nada me quitaba esa sensación, caí nuevamente en mi realidad, mis estúpidas manías, mis tardes sólo en dónde solo podía pensar en Tom y mandarle un mensaje el cual me respondía con lo justo y necesario aplazando más y más la visita que supuestamente me daría, denotando su falta de ilusión por verme, siendo que yo me despertaba cada día deseando sentir su aroma cerca, cuando no me hablaba sólo pensaba en que estaría haciendo, en sí no me había mentido, en si todo hubiera Sido una trampa para sacarme de encima suyo al fin.

Frustrado de ahogarme en mis propios pensamientos desperté por la voz de Gustav detrás mío quien ya estaba con su mochila comiendo una masita que hizo mi abuela, me levanté agarrando mi mochila y salí a su lado a paso lento, bastante distraído la verdad viendo mis zapatillas al caminar, no podía procesar qué estaba pasando a mi alrededor. Entonces gustav ya cansado de hablar con el aire me pegó un empujón.

- hey....acaso hoy no te habló?

- eh? Eh... sí... Si, antes de salir me dijo que estaba ocupado que luego me llamaría.

- no es lo que te dice siempre?

- sí...y nunca llama.

- mmh... dijiste que él quería mantener una relación de hermanos normal, no? Me dijiste que aceptarías lo que sea con tal de no perderlo, No era lo que querías? No perderlo. 

- sí...bueno, no sé, siento que aún me hace falta algo.

- tenerlo de novio, ya dilo.

- ay gustav!

- pero si es verdad! Niegalo si no.

- .... - suspiré y agaché la cabeza agarrándome de mi mochila rendido.

- eso creía, de todas formas, sólo deja que las cosas fluyan, sí? No sobrepienses tanto, por lo contrario deberías de preocuparte más por tí mismo.

- porqué? Si yo estoy-

- mal...estás mal Bill.

Él se paró en seco mirándome serio y yo rodé los ojos sabiendo lo que se venía, me paré delante suyo y rasqué mi mejilla fatigado.

- por favor gustav....de verdad que hoy estoy-

- por favor nada, siempre que hablamos de esto dices lo mismo, por favor gustav, es que hoy, hoy no, me pasaron muchas cosas, hoy no tengo ganas de hablar de esto, hoy no estoy para esto, hoy no hoy no hoy no, de ser así tendría que esperar a que estés muerto para decirte las cosas?

No podía decir nada, sólo suspiré pesadamente dignandome a escucharlo aunque no quisiera.

Hace unos meses había estado sospechando del tema de la comida y desde entonces estuvo bastante insistente con que debía comer.

- Bill....estás demasiado pálido y los labios los tienes prácticamente sin color, tus ojos están demasiado ojeroso a pesar de que trates de taparlo con maquillaje, mira. - me tomó lo mano y arrugó la cara- estás helado Bill, vayamos a la enfermeria, le explicamos y-

Le arrebaté la mano totalmente espantado y negué de inmediato.

- no, no por favor no me hagas ésto Tom! Yo-

- Tom?

Ni siquiera me había dado cuenta de que lo había llamado por el nombre de Tom hasta que lo mencionó, los mire sorprendido y traté de decir algo pero no sabía qué.

MENTIROSO  |  TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora