XIV

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Disclaimer: Esta historia es dramática y trata temas difíciles de manera no explicita, leer bajo propio criterio.

[...]

Otabek discutía con algunos socios sobre algunos tratos sin importar que aquella fiesta era meramente social. Mientras lo hacia observaba de vez en cuando hacia su esposo que se encontraba en un rincón del salón como si no quisiera que nadie lo encontrara.

Al final de la fiesta se dirige a la puerta haciéndole una señal para que lo siguiera, el rubio obedeció y lo siguió en silencio con esa cara de pocos amigos que siempre tenia. ¿Siempre fue así? En realidad no.

Otabek aun recuerda cuando vio a aquel omega por primera vez, era un trabajador en su empresa que nunca pasaba desapercibido. Era la primera vez que se había enamorado de alguien de manera tan fuerte y quiso intentarlo por la buena manera.

Comenzó con detalles e invitaciones que fueron rechazadas de manera amable ya que el chico tenia una relación en ese momento. Otabek al ser una persona que nunca se le negó nada se sintió ofendido por los constantes rechazos por lo que decidió tomar medidas.

Se encargo de arrinconar a Yuri primero con su empleo, después con su familia hasta que acepto casarse con él. Desde el día en que salieron de aquella iglesia Yuri había perdido su sonrisa y nunca mas lo vio hacerlo, lo único que podia sentir cuando lo tenia cerca era un profundo odio y repudio que no trataba de disimular cuando estaban a solas.

Ambos entraron a su alcoba, Yuri comenzó a quitarse el traje que llevaba y prepararse a dormir mientras le daba la espalda a Otabek.

—Por fin pude cerrar los negocios que necesitaba para por fin tomemos vacaciones... ¿Dónde quisieras ir?— pregunto Otabek tranquilamente.

A pesar de saber del odio de Yuri aun buscaba una forma de ganárselo, sin embargo, no recibió ninguna respuesta.

—¿Escuchaste lo que dije?— pregunto el alfa mientras se aflojaba la corbata.

—No quiero ir a ningún lado contigo... no me importa lo que hagas— respondio fríamente. Otabek lo observo y soltó un suspiro.

—Pero no dices eso cuando estas vistiendo esas ropas finas y joyería ¿cierto?— reclamo el alfa molesto.

—Entonces te lo devuelvo— le grito comenzando a arrojarle la ropa incluso la que estaba en el armario.

Otabek se apresuro a sujetarlo y estrellarlo contra la pared para tranquilizarlo.

—¿Tanto me odias? Pensé que después de estos cinco años al menos...— dijo mirándolo con dolor.

—¿Al menos qué?... Jamás voy a dejarte de odiar— respondio mirándolo enojado.

Otabek lo soltó y se separo unos centímetros, observo que el chico tenia los primeros botones de su camisa desabrochados mostrando un poco de su pecho.

—También los socios me comentaron... que se les hace extraño que una pareja joven después de cinco años no haya tenido hijos— Yuri sintió un escalofrió cuando escucho eso y trago en seco.

—Te espere paciente todos estos años esperando a que cambiaras esos sentimientos por mi... pero veo que no sirvió para nada... supongo que ya no importa— dijo Otabek mientras se desabotonaba la camiseta.

—Como si alguna vez te importara algo que no seas tú... de hecho pensé que nunca te ibas a atrever por lo menos por algo de decencia, pero que podia esperar de ti— dijo el rubio con burla.

Otabek lo tomo del brazo y lo acerco hacia él, Yuri se quedo quieto sin ningún tipo de reacción, como si solo fuera un muñeco. Lo recostó sobre la cama y luego se puso sobre él.

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