Yuri entra al restaurante, busca con la mirada a su hermano y lo ve sentado en una mesa cerca de la esquina. Se acerca lentamente llamando la atención de varias personas a su alrededor, simplemente Yuri era hermoso con una presencia imponente.
—Muy bien, ¿Qué hago aquí, calvo?— pregunto sentándose en una de las sillas.
—¿Necesita pasar algo para que pueda cenar con mi hermano?— pregunto con una sonrisa.
—¿Entonces no sucede nada?— dijo Yuri recargando sus hombros en la mesa.
—Yo no dije eso, solo que no es nada grave como piensas— respondió llamando al mesero.
—¿Problemas con Yuuri?— pregunto mirando el menú.
—Por supuesto que no, va de maravilla como siempre... El problema es mamá— dijo tranquilamente ordenando su platillo.
—Te llegó la misma invitación a mi, pronto llegará el cumpleaños de mamá— dijo Viktor.
—Pero pedirnos que lleguemos dos semanas antes ¿crees que nos quiera hablar de algo?— agrego preocupado.
—No tengo idea, sinceramente me asusta cuando hace eso— dijo el rubio.
—Dos semanas en nuestra casa de infancia, es como volver a ser niño— Yuri solo bufo.
—Solo que ahora nuestra madre se ha vuelto loca— se quejo ordenando su comida.
—No es eso, simplemente se siente sola desde que murió papá y luego imagina que tus únicos hijos sean gays y nunca te darán nietos— dijo divertido.
—Como sea... Solo espero que esta vez no haga algo raro— dijo soltando un suspiro.
—Aún me causa risa lo que paso el año pasado— se burlo Viktor.
—Admito que fue mi culpa, debí haberle dicho que soy gay, pero tampoco imagine que quisiera meterme a una cita a ciegas— dijo molesto.
—Eso fue muy divertido, la chica te golpeó y te arrojo el vino en la cara— dijo divertido.
—Cállate maldito calvo— grito molesto.
—De acuerdo, no me burlare más... Mejor cuéntame como te ha ido— dijo Viktor tranquilizando al rubio.
—Estoy enojado, ayer fui a una boda de un compañero del trabajo y pase la noche más maravillosa de mi vida— explicó suspirando.
—¿Y por qué estas enojado?— pregunto Viktor.
—Porque solo fue una noche, pensé que había conectado con ese chico, pero cuando desperté ya no estaba y ni siquiera me dejó una nota o su número— se quejo enojado.
—No sabes lo frustrante que me resulta todo eso— agregó con un bufido.
—¿No te sabes ni siquiera su nombre?— pregunto el peliplata.
—No, empezó como coqueteo nada más, pero en serio pensé que se quedaría— respondió.
—Que lastima, pero ya veras que algún día encontrarás al indicado— animo su hermano mientras veían a la mesara trayendo sus ordenes.
[...]
—¡Yuuri!— saludo Elena, la madre de Yuri y Viktor.
—Elena, es un gusto volver a verla— saludo Yuuri abrazándola.
—Oh mi Yuuri, te extrañe tanto... Deberías de decirle a este idiota que me llame más seguido— dijo golpeando a Viktor.
—También te extrañe, mamá— dijo Viktor sobando el lugar donde lo golpeó.