Esta es una segunda parte de la historia del capítulo VI, recomiendo leerla primero antes de continuar.
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—Vaya que es una escuela muy bonita... valió la pena esforzarme para ese examen— dijo el rubio mirando los alrededores.
De repente se cayeron de sus brazos algunos de los libros que le habían dado, Otabek se apresuro a recogerlos.
—Además de que hay caballeros por todos lados... y con bonitos traseros— dijo divertido mientras se mordía el labio.
Otabek se enderezo rápidamente y le entrego los libros tratando de ocultar su sonrojo. Iniciaba un nuevo semestre escolar, uno donde por fin su amigable vecino Yuri entraba a la universidad. Habían pasado casi tres meses desde que habían compartido aquel tierno beso y desde entonces no lo había vuelto a hacer, solo se trataban como un par de amigos.
—¿Tienes alguna duda sobre la escuela?— pregunto Otabek.
—¿Dónde esta tu edificio?— pregunto Yuri.
—Donde esta el edificio de los de ultimo año... pero mejor ni te aparezcas por ahí— respondio Otabek.
—¿Por qué? ¿Te da vergüenza que me vean por allá?— molesto el rubio.
—Si... así que por favor no te aparezcas por ahí— dijo Otabek, Yuri solo sonrió divertido.
Otabek se fue por su cuenta llegando hasta el salón donde quedaba su clase de ese día. Se encontró con sus molestos compañeros que no paraban de hablar de tontearías y al fondo como siempre a su inseparable amigo Leo.
—¿Qué tal, Beka? ¿Listo para iniciar un nuevo semestre?— pregunto animoso su amigo.
—Si... super listo— respondio sarcásticamente.
—Oye... creí que estarías mas feliz ahora que tu novio ya estudia en la misma...— rápidamente Otabek le cubrió la boca para que nadie lo escuchara.
—Yuri y yo no somos novios... no vuelvas a decir eso— dijo en voz baja.
—Lo siento... creí que ustedes se habían vuelto novios después de todo lo que me contaste— dijo Leo.
—No hemos vuelto a hacer nada de nada así que solo supongo que se quedara en eso— dijo Otabek.
—¿Por qué no le preguntas? Tal vez solo esperaba que acabara los tiempos de selección— propuso el chico.
—No creo que esas cosas se pregunten— dijo Otabek pensativo.
—Yo digo que deberías de hacerlo... es mejor a que tengas la duda, a menos que tú seas al que no le importe lo que sea que tengan— respondio Leo con simpleza.
Otabek se quedo callado, no dijo nada ya que el profesor ya había entrado al aula. Aunque la clase estaba avanzando él no pudo poner atención al pensar en lo que Leo le había dicho, es cierto que cuando conoció a Yuri jamás pensó que tendrían algún tipo de relación, pero ahora no estaba tan cerrado a la posibilidad.
Era obvio que Yuri había conocido a muchas personas, muchas mucho mejores que él, por lo que le parecía extraño que se interesara de manera seria con él. Tal vez no era algo serio y por ello no formalizaron nada, no lo sabía.
El problema es que no sabia que es lo que pensaba Yuri, el chico había cambiado mucho desde la tarde en la que estuvieron juntos, pero no le daba señales claras de querer formalizar algo. Durante los meses en los que se pasaban las tardes estudiando nunca hizo ningún tipo de movimiento, lo trataba al igual que un amigo y eso lo confundía.