Hyunjin se vistió y salió corriendo de la habitación para buscarle.
“Por favor Minho… aparece…” pensaba con lágrimas en los ojos mientras corría por aquellos pasillos del hotel.
El rubio subió hasta la terraza dónde para sorpresa de nadie, no estaba ahí tampoco, así que fue bajando piso por piso y recorriendo todas las habitaciones para ver si podía encontrarle, pues era como si de un momento a otro se hubiera esfumado del hotel.
Todas sus esperanzas se estaban perdiendo, pero decidió pedir una llave a recepción del hotel para bajar al garaje.
— ¡Señorita!
— Oh, dígame ¿Qué puedo ofrecerle?
— Por favor… ¿Podría darme una llave para bajar al garaje del hotel? Mi nombre es Hwang Hyunjin y mi número de habitación es 143.
— Déjeme que verifique los datos… sí, tome, cuando acabe no olvide de pasarse por aquí a devolverlas
— Muchas gracias
Hyunjin inhaló y exhaló profundamente en el ascensor y la presión de su corazón se le estaba extendiendo al estómago, pero sus sentimientos fueron a peor cuando abrió la puerta que separaba el ascensor del garaje y ahí lo vi, siendo rehén de Yang Jeongin.
Él también le vio, y pudo ver cómo tenía un objeto, como si de una cinta de vídeo se tratara en la mano, rápidamente se la escondió debajo de la camiseta.
— Así que… ¿Avisaste a tu novio para que te rescatará como si de una película se tratara? La pobre princesa indefensa buscando un príncipe salvador… pero déjame decirte que esto no es una película, así que olvídate de final feliz y perdices, y esto lo digo también por tí, Hyunjin.
¿Ahora qué debía de hacer? Un impulso le guiaba a demostrarle a Jeongin que la vida también te da algún que otro puñetazo por meterte donde no te llaman, y otro impulso de Hyunjin decía que, sabiendo que no iba a ser fácil, ignorarle y desatar a Minho de aquél pilar, pues Jeongin parecía un secuestrador novato, ya que ni arma tenía para poder defenderse, solo aquella estúpida cinta que el rubio no sabía porqué se la guardó cuando apareció.
Hasta que su mente comenzó a atar las cosas una por una y decidió comenzar a andar hacia el azabache.
— ¿Sabes Jeongin? Sé muy bien lo que es la vida, así que no hace falta que me des lecciones de lo dura que es. Pero ¿A tí te parecería bien si yo te pegara una bofetada sólo porque tengo una deuda con mi empresa? Sé muy bien porqué estás haciendo esto. Minho es el CEO número uno y tú quieres deshacerte de él sea como sea para posicionarte tú, pero ¿No crees que es un juego muy sucio? ¿No crees que si sabes tanto de la vida, ésto va a acabar devolviéndotelo el tiem…?
Mientras Hyunjin estaba entretiniendolo, Minho estaba desatandose de una manera muy habilidosa, hasta que un disparo le hizo parar de hablar, a los tres les pilló de sorpresa que aquél amigo de Jeongin apareciera y encima con una pistola.
El castaño logró desatarse, pero cuando fue a correr hacia Jeongin para coger aquella cinta que tenía en la chaqueta, aquél amigo disparó hacia él, así que Hyunjin se puso rápidamente por impulso delante de Minho para protegerle, provocando que la bala atravesará su estómago.
Comenzó a salirle sangre, y a ver muy blanco y borroso de repente, estaba perdiendo el conocimiento, pero oyó correr de manera muy lejana.
Aquella camisa color azul estaba manchada de sangre y comenzaban a caer gotas en el suelo.
El menor se agarró del brazo de Minho, y notó caerse al suelo de aquel frío garaje.
