Sesos de Alga- Percabeth

Un tenedor gigante con dos gemas y media.

-Estoy teniendo un deja-vu- dijo Reyna desde la entrada.- Piper se limito a sonreír con tristeza.

-Si Annabeth no me hiciera una llave de yudo cada vez que desaparezco, perderíamos la esencia.-respondió el chico mientras Annabeth lo ayudaba a ponerse de pie

-¿Cómo que encontraste una forma de volverte mortal?-pregunto la rubia.

-cuando me fui del campamento, estaba decidido a hacer alguna estupidez para que los Dioses me volvieran mortal, pero al parecer no hice enojar lo suficiente a Zeus.

- Qué raro,tu siempre haces enojar lo suficiente a los Dioses.- respondió Reyna.

- Creó que cuando eres mortal es más fácil, el punto es que iba a cometer la estupidez más grande cuando alguien me detuvo y me dió una mejor opción...

- ¿Qué estupidez?.- pregunto Reyna

- ¿Qué persona ?.- pregunto Annabeth

- Eso no importa ahora.- respondió el chico.- el caso fue que tuve acceso a una colección increíble de Libros y encontré esto.- dijo sacando un libro de su mochila, busco una página en específico y se la mostró a Annabeth.

- ¿Tu leíste ?.- pregunto la rubia asombrada.

-Estaba desesperado.- respondió

Annabeth le hecho un vistazo al libro y observo una inscripción que se refería al tridente y a las gemas.-Es posible?.- pregunto la chica

-Tendremos que intentarlo.

-Esto podría marte.- dijo Annabeth.

-Estoy dispuesto a correr ese riesgo.

Piper soltó una carcajada burlona, Percy, Annabeth y Reyna la miraron.

-Claro que si.- dijo con sorna.- es un poco injusto que mientras tu goces de poderes divinos y la vida eterna busques cualquier excusa para morir, mientras Jason esta muerto.

-Eso no es justo Piper- lo defendió Annabeth.- no es culpa de Percy

-Donde estabas?.- dijo molesta.- mientras el moría, donde estabas tu? Eres un Dios y no pudiste ayudarlo.

- Yo no pude interferir.- dijo con tristeza.- por más que intente hacer algo, no pude.- se acerco a Piper.- Pero lo vi y el eligió renacer.- dijo mientras miraba a piper llorar.

-Nosotros terminamos antes de que muriera.- dijo Piper.

-Lo se.- dijo Percy.- hable con el y me conto muchas cosas.- y el esta feliz por ti y espera sean felices.

Piper abrazo a Percy y se deshizo en lagrimas, el chico consolo a su amiga

-Lo lamento - dijo limpiando sus lagrimas- se qué no es tu culpa Percy, lo extraño.

-Descuida, te entiendo, yo no se haría si estuviera en tu situación, no soportaría perder a Annabeth para siempre.- se giró para ver a la rubia.- es por eso que tenemos que intentarlo, tu eres la única que puede hacerlo Annabeth.

- ¿Crees que yo estaría dispuesta a ponerte en ese peligro ?- dijo con molestia

- Claro que no.- dijo tomándola de la mano.- pero eres la única que puede hacerlo, ya lo hiciste una vez.

- ¿Cómo?

-En el Tartaro.- respondió Percy.- usaste los poderes del tridente y nos sacaste de ahí, no fui yo, tu hiciste que el tridente funcionara.

-¿Cómo hice eso?

-No lo se, solo se que el tridente responde a ti y con la ayuda del trono es posible que sobreviva.

-A ver si entendí -. Dijo reyna.- ¿estás diciendo que puedes convertirte nuevamente en mortal con la ayuda de un tridente que Annabeth claramente no sabe usar y un trono viejo ?

-Si.- respondió encogiendose de hombres.

- Un plan que en realidad no es un Plan.- dijo reyna.- es un plan típico de Percy Jackson.

.................

Después de discutir por lo que fueron los 40 minutos más largos de Percy Annabeth muy a regañadientes había accedido, ahora se encontraba sentado en el trono de Neptuno, rezándole a su padre no morir en su loco y desesperado intento de volverse nuevamente mortal. Vio como Annabeth nerviosa se quitaba el tridente del cuello y este se convertía en uno tamaño real, se notaba que si chica estaba nerviosa y preocupada por lo que le tocaba a él actuar seguro.

-Recuerda listolla.- dijo Percy con una sonrisa de lado.- solo tienes que canalizar tu deseo de qué la perla salga de mi interior y regrese al tridente.

-No creo que sea buena idea Percy.- respondió la chica.

El volvió a sonreír para tranquilizarla.- confío en ti Annabeth, te amo y se que lo vas a lograr.

La chica suspiro y asintióz nerviosa apunto al corazón de Percy con el tridente y deseo que la mitad de la gema que se encontraba dentro de el se uniera al tridente, sintió un leve cosquilleo en las manos y Percy comenzó a despedir una luz azul que pronto tomaba un brillo más y más intenso. Vio la cara de si chico aguantando el dolor que cada vez parecía más insoportable, Percy grito y Annabeth vasilo.

-Estare bien.- grito.- no te detengas listilla.

La chica asintió y cerro los ojos, no podía ver a Percy sufrir y menos si era ella quien lo causaba, el chico gritaba cada vez más fuerte hasta que sintió como de repente la vibración del tridente se detenía y algo lo golpeaba, abrió los ojos y vio una luz cegadora que se iba volviendo más débil hasta que desapareció por completo, Percy estaba tirado a los pies del trono de Neptuno, soltó el tridente y corrió rápidamente a su lado, se acercó a él y coloco su oreja en el pecho del chico. No había latidos, el corazón de Percy se había detenido.