Sesos de Alga- Percabeth

Sera nuestro secreto.

Annabeth estaba en la cafetería con Piper, habían vuelto hacia 1 semana de Los Angeles, después de año nuevo, ambas tomaron el primer avión con ese destino, Annabeth necesitaba alejarse de todos, pero Piper se había rehusado a dejarla sola en esa situación, después de muchos días de sentirse desesperada y angustiada, Annabeth por fin había tomado una decisión al respecto, decisión que Piper apoyo, la rubia se había rehusado a salir de su casa hasta ese día, Piper había respetado su deseo, pero ella se quedaba con Annabeth todo el día y toda la noche de ser necesario.

-¿Que te parece este vestido?- dijo Piper mostrándole la revista a la rubia.- ¿Crees que cumple con los requisitos de Enebro?

Annabeth miro la fotografía y negó- dudo mucho que un Oscar de la Renta este hecho con materiales reciclados. 

-Podemos sacar la idea y después mandarlo a confeccionar- dijo Piper dandole la vuelta a la hoja. 

-Enebro pidió algo que la refleje-dijo pensativa Annabeth. 

-Gover es el señor de la naturaleza no?

-A si es- respondió Annabeth 

-Puede ser un vestido hecho de varios tipos de hojas y flores, ya sabes, representando la naturaleza.

-Y como haremos eso?-pregunto alzando una ceja inquisitiva.

Piper parecido meditarlo- tal vez alguna de mis hermanas pueda ayudarnos.

-Bien, solo recuerda que tiene que ser algo sencillo.

Piper tomo la libreta donde tenían anotados los pendientes de la boda de Grover y Enebro, como Annabeth era la dama de honor, le tocaba ayudar con todos los preparativos, la morena tacho el vestido de la lista.

-Ahora solo falta la comida, la decoración y nuestra ropa.

Annabeth suspiro  frustrada.- creo que necesitare mas café.

-Es tu cuarta taza-dijo quitándole la taza de la mano- olvidado.- le regaño Piper. 

Annabeth rodó los ojos y bufo- primero me obliga a salir y ahora no me dejas beber café, ¿que sigue?

-Obligarte a comer si sigues a si-dijo reprendiéndola- tienes días que no comes como se debe.

-No tengo mucho apetito estos días Pipes. 

-Te haré comer a la fuerza de ser necesario- dijo amenazadora mente. 

Annabeth alzo una ceja y se cruzo de brazos-¿de veras?

-Tal vez... con un poco de ayuda- dijo tomando un lápiz- tal vez con la quinta cohorte baste.

-Lo haré sola, no tengo ganas de ver a mas personas. 

-No deberías encerrarte en ti misma Annabeth- dijo Piper con cuidado- se que debe ser algo duro pero...

-Piper- dijo Annabeth cortándola- no quiero hablar de eso.

Piper asintió. 

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Annabeth llego a su casa después de prometerle a Piper que estaría bien esa noche sola, no es que no agradeciera a su amiga, todo lo contrario, jamas encontraría la forma de hacerlo, pero la rubia necesitaba estar a solas un rato, dejo sus llaves en la barra de la cocina, y se dirigió al baño, se quito la ropa y entro a la ducha, las gotas de agua cayeron sobre ella y de pronto sintió un vacío, las lagrimas aparecieron.

-Todo esta bien ahí dentro?-pregunto Piper desde el otro lado de la puerta.

Annabeth estaba sentada en el borde de la bañera viendo el plástico que tenia en la mano, había dado positivo, sentía que el mundo se le venia encima, y Annabeth sabia de lo que hablaba, ella había sostenido el peso del mundo, Annabeth negó para sus adentros- esto no puede ser, no puede estar pasando.-pensó- 

-¿Annabeth?

Annabeth se levanto y se dirigió a la puerta, abrió y se encontró con Piper preocupada, Annabeth se lanzo a abrazar a su amiga y las lagrimas salieron sin permiso, Piper entendido lo que sucedía y rápidamente correspondió el abrazo de su amiga e intento reconfortarla.

-Esto no puede estar pasando Piper- dijo Annabeth entre lagrimas- no puede pasar.

-Oh Annie-dijo sin dejar de abrazarla.

-Estupido Percy-dijo separándose de Piper para ir a tirarse a la cama.- se que no es su culpa- dijo después de un momento.

-Estoy segura que el entenderá y encontraran una solución- dijo Piper sentándose a su lado.

Annabeth se incorporo en el acto, miro a Piper asustada y tomo sus manos.

-Percy no debe enterarse- dijo Annabeth- nadie debe saberlo, en especial Percy.

-Pero...Annabeth...

-Prométeme que esto quedara entre nosotras Piper- dijo con desesperación- por favor.

-Lo prometo-dijo Piper.- sera nuestro secreto.

Una semana y media después, habían partido a Los Angeles, donde fueron a ver a un especialista que ayudo a Annabeth con lo sucedido, desde ese día Annabeth se había sentido fatal, si no hubiese sido por Piper se hubiese derrumbado, cuando volvieron a San Francisco, estar en su hogar sin Percy había sido bastante duro, extrañaba demasiado a su novio, pero no sabia como manejaría las cosas cuando Percy regresara. 

Annabeth salió de la ducha y se coloco una camisa de Percy para dormir, miro el anillo de promesa que tenia en su mano y poco a poco fue cayendo en los brazos de Morfeo.