May y Serena caminan detrás de goku, sin dejar su nerviosismo miraban atentas aquel chico de cabello negro, miraban su fornida espalda esperando alguna respuesta después de lo que había pasado, parecía haber reconocido aquel greninja a pesar de que intento atacar directamente a Serena sin pensarlo dos veces.
Caminaron un poco más encontrándose frente aquella enorme casa a cual era perteneciente al saiyajin.
- Entremos, por favor pasen - se acercó a la puerta, la abrió y se hizo aun lado para dejar entrar primero a may y Serena.
- S-si, gracias - respondieron las dos al mismo tiempo y poco a poco ingresaron aquella vivienda.
Las dos chicas miraban con un poco de intriga el lugar, era una casa muy bonita, ordenada y limpia.
- Pueden sentarse en aquel sofá - llamo la atención de ellas dos y señaló con su dedo un sofá qué estaba cercas de ellas - les ofreceré algo así que esperen un poco - dio vuelta y se dirigió a la cocina.
May y Serena se miraron entre sí, no sentían malas intenciones provenir de goku y poco a poco se acercaron aquel sofá y después se sentaron. Un debate comenzó mentalmente en cada una de ella mientras esperaban a que Goku volviera ¿ Qué tal si estaban equivocadas y Goku era alguien malo? No querían aceptar aquel pensamiento así que mejor decidieron esperar a que volviera y poder hablar sobre lo que paso.
- Lo siento haberlas hecho esperar -
Las dos se exaltaron un poco, volvieron en si después de escuchar la voz de aquel chico.
- Tengan, son para ustedes - estiró sus dos manos con un vaso en cada una.
- Gracias - tomaron al mismo tiempo el vaso, lo miraron unos segundos, parecía ser té, pero.... ¿ Tenía algo? Se preguntan mentalmente cada una.
- Tranquilas no tiene nada, no piensen mal de mi - sonrió amigablemente, acercó su vaso hasta su boca y dio un trago de aquel té.
Las dos miraban atentas a goku y después de unos segundos bebieron aquel contenido, en sus ojos se hizo presente un brillo de satisfacción.
- Esto sabe muy bien - la peli castaña fue la primera en hablar, fascinada después de haber saboreado aquel té.
- Sabía que les gustaría, es mi favorito jeje - miro a may quien seguía teniendo aquel brillo en sus ojos.
- Siento sonar un poco mal educada pero, esperamos que nos respondas lo que acaba de pasar - hablo con su mirada un poco baja, poco a poco la alzó hasta mirar de frente a goku.
- Tienes razón - dejo su vaso en la pequeña mesa que se encontraba frente a ellos.
- Yo vivo aquí en el bosque desde hace algún tiempo - suspiro y recostó su cabeza en el sofá qué se encontraba el sentado - vivo aquí con los pokémon y además conozco muy bien aquel greninja - Se puso firme y miro fijamente a Serena, goku la miraba un poco triste al recordar la mirada de miedo que había tenido en aquel momento.
- ¿Tu vives aquí? ¿Hace cuento que vives aquí? - May interrogó con duda.
- Poco más de un año - respondió con simpleza.
- Esto si que es muy repentino, no nos imaginamos que alguien viviera en este lugar y sobre todo que fueras tu - añadió Serena un poco nerviosa.
- Bueno al principio no fue nada fácil, los Pokémon me tenían miedo al verme - sonrió nostálgico al recordar aquellos momentos - Pero poco a poco las cosas fueron cambiando y ahora todo está tranquilo y ellos pueden venir conmigo sin algún tipo de miedo, algunas veces viene aquí a casa y se quedan a dormir jeje - rasco su nuca y de sus labios dejo salir una pequeña carcajada.