Muñeco metálico

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Todo parecía un sueño o una pesadilla... la primera vez que te vi ¡juro que te odie con cada fibra de mi ser!...no podías culparme, eras frío, inexpresivo, dominante, cruel y al mismo tiempo fuerte y hermoso, si tenías una belleza que pocas veces puedes encontrar.

Yo en cambio era apenas un mocoso inmaduro, débil y obsesionado por conservar la llave y el legado de mis antecesores. Prefería ser torturado antes que le pusieras un solo dedo encima al trabajo y esfuerzo de años dentro de mi familia, el muñeco mecánico del que tanto me enorgullecía y del que sería incapaz de reparar si lo destruían. Sí, conocía mis límites.

No lo comprendía en ese entonces, pero sería capaz de darte todo lo que tengo por tan solo volver a ver tus ojos de nuevo...Ahora tengo 20 años y no he podido olvidarte. A simple vista  parecería que tengo todo lo que siempre he querido. Soy un herrero reconocido, tengo amigos y personas que reconocen mi valor...pero no es lo mismo.

Detrás de mí máscara no solo oculto mi rostro, sino también la tristeza que me consume día con día...por qué nadie me conoce mejor que tú. Tu ausencia llevó mis habilidades al límite, a crear cosas que siempre vi imposibles, a innovar ingeniería antigua solo por tener la ilusión de tenerte a mi lado.

Es de noche y en mi taller se puede escuchar los golpes del martillo al metal y el acero recién expuestos al calor. No estoy forjando una espada, ni tampoco cuchillos...es algo mucho más importante y aunque sea en mis fantasías me acerque un poco más a ti.

Trato con todas mis fuerzas de reflejar a mi único y más grande amor, un muñeco metálico de Tokito Muichiro... esculpir tu rostro, tus manos, tu cuerpo... todo debía ser perfecto, como tú. El tiempo que me ha tomado hacerlo no se puede comparar con mis ansias de verte. 

Soy cociente de mi apariencia demacrada y ojerosa...pero nadie lo notará, siempre que haga bien mi trabajo durante el día, nadie lo notará...me acerco a tu rostro y con un fino pincel delineo tus labios. Una vez finalizado era inevitable derramar lágrimas de alegría y de frustración.  Tomé su frío rostro con una de mis manos ampolladas por el esfuerzo y  el duro trabajo. 

-Te he extrañado tanto cabeza de algas - te hablé con burla - moría por ver tu rostro, sigues siendo tan hermoso como la primera vez que te vi...sus ojos distantes en aquel muñeco no eran tan diferentes al del carne y hueso.

"Si tan solo la vida nos hubiera permitido compartir más tiempo juntos, hubiera hecho todo lo posible por hacerte feliz..."

-Tokito san...permíteme estar contigo en otra vida 

**¿Fin?**

El chico al que yo amé - CortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora