Un bello demonio

513 48 14
                                    

Por más que buscaba una explicación lógica, no parecía encontrarla... ¿Un espejismo? ¿Una ilusión? ¿Una broma? No, Conocía a la perfección su rostro, sus ojos, sus labios...su cuerpo, era él no podía haber dudas... ¿Pero entonces que hacía allí? ¿Por qué lastimaba a Takumi chan? ¿Por qué era un demonio?

-Tokito san... ¡Eres tú Tokito san!

El me miró como la primera vez que nos conocimos, inexpresivo, frío y sin una pizca de amabilidad. Me miró como si fuera un bicho raro o como si no entendiera a lo que me refería, habían pasado diez años y usaba una máscara, era obvio que no me reconociera.

-Soy Kotetsu ¿me recuerdas? tú me salvaste y yo...

Quería gritarle que lo había extrañado por tanto tiempo, que me importaba muy poco que ahora sea un demonio, lo aceptaría con tal de permanecer a su lado. Que no era necesario lastimar a nadie...que Takumi chan debía regresar con sus padres sano y salvo, que yo podía llenar sus necesidades si tan solo me lo permitía.

**Pero su respuesta me dejo helado**

-¿Pero qué estupideces dices? Nunca te he visto antes... ¿Salvarte?¿Por qué gastaría mi tiempo en alguien como tú?... Los humanos nunca aprenden cuál es su lugar por eso estorban.

Escuché como algo dentro de mí se partía en dos y me volvía a la realidad, Tokito san era un demonio y actuaba como tal, debía proteger al niño esa era mi prioridad.

-No dejaré que le hagas daño a Takumi chan ¡Cabeza de algas!

Sostuve con firmeza mi cuchillo sabiendo que me era imposible derrotarlo, conocía de primera mano las habilidades de quien fue el pilar de la niebla, el chico genio de su generación...del chico al que yo amé.

-Eres muy ruidoso y molesto... ¿En verdad eres un adulto?

-Supongo que sí, aunque tú no has cambiado en nada...es duro admitirlo pero te has convertido en un bello demonio.

La edad y la desesperación me habían vuelto mucho más directo, nunca había tenido pelos en la lengua y por alguna extraña razón, ahora era mucho más sencillo decir lo que sentía y lo que pensaba. Tokito san por su parte ni siquiera parecía inmutarse ¿o tal vez sí?

De un momento a otro y en cuestión de segundos, soltó el agarre de Takumi chan y lo cambió por mi cuello. A pesar de la diferencia de estaturas su determinación era firme y su tacto frío como si le faltara vida...

-Eres muy molesto y realmente me inquietas...debería silenciarte para siempre

Pero al tenerme tan cerca, su atención se desvió de mi rostro a la llave que llevaba conmigo y que sobresalía en mi pecho, la llave de mi muñeco mecánico. La arrancó de mi cuello y la vio curioso...

- ¿La recuerdas Tokito san?... es la misma que tú me arrebataste hace diez años.

-No perderé más el tiempo en tus estupideces...- lanzando la llave al río y dándome el tiempo suficiente de correr junto a Takumi chan - Los humanos realmente son patéticos, por eso morirán más pronto de lo que imaginan - y dicho esto desapareció.

-¿Te encuentras bien Takumi chan?

-¡Tuve mucho miedo Kotetsu Onii chan!

Traté de consolarlo lo mejor que pude mientras el pequeño niño no dejaba de llorar, yo no estaba en mejor condición.

-Has cambiado Tokito san

**Castillo Infinito, en la oscuridad de una habitación**

-¿En qué piensa amo sama?...descubrió la villa de los herreros nuestro amo Muzan estará muy complacido - habló un demonio de rango medio y sirviente de las lunas superiores.

-Encontré a un herrero muy molesto, por una extraña razón su rostro me es familiar...pero no puedo recordarlo.

-No pierda su tiempo en un simple humano, el amo Muzan debe ser lo único en lo que debe pensar...entiende eso Yuichiro sama...

"¿Por qué lo llamaron Yuichiro? Las cosas no siempre son lo que parecen"

**Fin del capítulo**

El chico al que yo amé - CortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora