El chico al que yo amé - Cortos

El día que nací como demonio

Desde el punto de vista de un demonio, una noche antes...

Siempre creí que ser un demonio era todo lo que necesitaba saber, no necesitaba nada más...cumplir con mis misiones, mancharme las manos...acabar con todo y con todos. Nunca me planteé nada diferente, mucho menos pensé en mi origen, una vida diferente...no fue hasta que conocí a ese humano.

Ese hombre, un simple herrero, parecía conocerme mejor que yo mismo...fue capaz de sembrar en mi la duda... ¿Tokito? ¿Por qué me llamó así? ¿Quién fui? ¿Quién soy?  ¿Realmente importaba?.Si en verdad fui un humano... ¿por qué busco acabar con ellos?

La idea de haber sido un humano, no era irracional...es de todos sabido que la mayoría de demonios nacían de humanos perdidos, destinados a ser ejecutados por sus acciones o simplemente se habían topado con uno y habían servido de alimento.

Estos demonios podían contar con cientos de años de existencia, llegando al punto de ni siquiera recordar su verdadero origen...supongo que este es mi caso. Lo único que sabía es que soy la nueva quinta luna superior...El hecho de que fuera la quinta luna no era por falta de talento o fuerza, simple y sencillamente su antecesor había muerto a manos de un cazador de demonios, un pilar del que no tenía más detalle. Fue luego de su caída que el amo Muzan me reclutó...era irónico pero no podía recordar nada antes de eso, de mí pasado...mi origen

Mi mente no parece recordar mi vida como humano...pero mi cuerpo se estremece cada vez que lo intentaba, un fuerte dolor de cabeza nublaba mis sentidos...es demasiado doloroso y frustrante... parecía como algo o alguien tratará de evitar que lo recordara. Fue entonces que el rostro de aquel herrero llegó a mi mente, solo ese hombre podría disolver mis dudas...que bajo había caído.

-Ya despertó amo - saludó un demonio de rango inferior, quien se acercó a mí y me cubrió con una manta de seda...hasta ese momento no me había percatado que me encontraba desnudo - por su rostro puedo adivinar que ha vuelto a tener pesadillas. ¿Por qué no le pide al amo Muzan un poco más de su sangre? así sacará esas débiles ideas de su cabeza.

-¿Su sangre?

-Por supuesto, no ha vuelto a beberla desde que ascendió

-¿Recuerdas ese día? - pregunté con falso interés

-¿Por qué debería? A nadie le importa saber la época en que existía un corazón palpitante en el pecho, ni si quiera yo lo recuerdo...debe estar orgulloso Yuichiro sama, usted forma parte de los escogidos del maestro Muzan.

-¿Por qué me llamas Yuichiro?

-Porque ese siempre ha sido su nombre...

Eso no saciaba mi curiosidad y sin pensarlo dos veces, esa misma noche me dirigí a aquel pueblo plagado de humanos, esta vez dispuesto a buscar a solo uno de ellos, aquel de máscara extraña y gruesas cejas...

-Herrero... al fin llegaste, te tardaste demasiado...Herrero ayúdame a recordar, te lo ordeno...

**Fin del capítulo**