Capítulo 6

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— ¡Pijamada en casa de la otaku! —Coreaba Winter en su cuarto mientras guardaba lo necesario en su mochila.

—No le digas así a Aeri, unnie. —Yizhuo que regresaba del baño la escuchó.

— ¡Pijamada en casa de la taka taka!

—Por eso me dejaron a cargo a mí. —Dijo Ning chocando su mano con su frente y regresando a su cuarto sacando su mochila para dirigirse a la sala de la casa.

— ¿Nos vamos, hermanita? —Preguntó Minjeong bajando por las escaleras, observándola sentada en el mueble con el celular en la mano.

—Sí, vámonos. Te estaba esperando.

Después de quince minutos en el auto de ambos padres, con una Minjeong cantando a todo pulmón cada canción que se reproducía en el estereo llegaron al lugar.

—Será mejor que guardes tus energías para tu pijamada, hija.

—Por favor, mamá, estamos hablando de Win, a ella nunca se le acaban las energías. —Justificó Yizhuo abriendo la puerta del auto.

La historia de ambas hermanas era un poco caótica. La madre de Minjeong había fallecido cuando esta tuvo cinco años por una enfermedad y el padre de Yizhuo simplemente se había divorciado de su madre. Ambos padres se conocieron en un club de lectura y años después de formalizar y volver a casarse decidieron vivir juntos. Ambas niñas al principio aunque no se llevaban del todo bien, con el tiempo se volvieron inseparables. El tiempo dejó curar las heridas y Min con Ning se consideraban totalmente hermanas de sangre.

—Tienes razón, ya vayan. Luego hablaré con la mamá de Aeri para coordinar la hora en que las recogeré.

— ¡Adiós, mamá! —Winter sacudía su brazo despidiéndose de su madre, mientras esta reía internamente hasta desaparecer por las oscuras calles de Seúl.

Ambas hermanas se acercaron a la puerta de la casa de Aeri.

— ¡Otaku! —El primer grito de Min no tuvo respuesta. — ¡Taka taka! —Segundo llamado de Min sin éxito. —Estuve practicando este. —Dijo Minjeong dirigiéndose a Yizhuo. Carraspeo su garganta preparando una gran bullicio y... — ¡Aeripuertooo!

Seguía sin abrirse la puerta.

—Seguro se adelantó a la pijamada y ya se durmió.

—No lo creo, haber déjame intentar. —Min se hizo para atrás dejando a Ning cerca de la puerta. —Aeri, amor, bebé, mi vida, mi todo, ya llegué.

La puerta se abrió automáticamente.

— ¡Es que no escuchas que te estoy gritando en tu puerta hace cinco minutos!

—Winter, soy tu mayor, tienes que tenerme más respeto. No te abría la puerta por los apodos estúpidos que me pusiste.

—Amor, ya déjala. Sabes como es mi hermana.

Winter se hizo de oído sordos y se dispuso a disfrutar de la pijamada; en la casa ya se encontraban Yiren y Sihyeon, este último par un poco meloso.

— ¿A cuánto te apuesto que mañana Yizhuo no puede caminar? —Preguntó Sihyeon a Min.

— ¿Por qué lo dices?

—No debería decírtelo pero vi a Aeri guardando un consolador en su armario.

— ¡Santa Tortilla! Mi pobre hermanita no podrá caminar.

—Cálmate, no debe ser la primera vez de Ning, debe estar acostumbrada.

—Yiren y tú no harán nada indebido esta noche, ¿No?

—No te preocupes, no somos como tu hermana, pero si escuchas a mi bebé gemir te recomiendo seguir durmiendo.

Chica Linda I Winrina [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora