Capítulo 14

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— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo que ya sabes quién es la autora de tus cartas?!

Yeji caminaba detrás de Karina hacía la salida del Instituto, faltaban dos días para culminar las clases.

—Las seguí, no fue fácil, pero lo hice.

—Eso es acoso. —Yeji fulminó con la mirada a Karina.

— ¡No es acoso!

—Sí que lo es.

—Solo estaba saliendo del Instituto y las vi juntas, fueron tres días de seguimiento espía sin que se dieran cuenta. Eso no es acoso.

FLASHBACK

— ¿Aló?... Sí, Amor... Faltan dos horas para terminar mis clases... ¿Ya terminaron las tuyas?.. No, tonta... Pervertida... Está bien... Te amo, hablamos.

Karina después de enterarse de que Yiren sabía quién era la autora de las cartas cambió de sitio con uno de sus compañeros y comenzó a seguirla en secreto hasta encontrar a su anónima.

Ese día pidió permiso a su madre para "estudiar en casa de Wendy", cosa que no era cierta. Su verdadero plan era otro: seguir a Yiren todo el día

Contó las horas hasta la salida, se despidió de sus amigos y le dijo a Wendy que la cubriera por hoy.

¿Realmente se había vuelto loca por conocer la identidad de aquella autora de letras hermosas? Sí, sí que lo estaba.

Vio a Yiren subir al auto de su novia e irse del Instituto, tomó un taxi dando las órdenes de seguir al automóvil gris de Sihyeon. Luego de unas vueltas por lugares que ni conocía llegó a casa de Yiren.

—Son diecisiete dólares, jovencita. —Dijo el chofer al aparcar unos metros antes de la casa de Yiren sin que se dieran cuenta.

Karina pagó de mala gana, ella pensó que irían a algún lugar donde encuentre pistas de su chica, la casa de su compañera no tenía nada ante sus ojos. Se escondió entre arbustos esperando a que salgan de aquel hogar. No había almorzado. Oh bueno, si almorzar se trata de un pequeño snack sí que lo había hecho, pero de lo contrario no.

El reloj marcaba las cinco con cuarenta de la tarde y no salían de aquella casa que Karina comenzaba a odiar.

— ¡Ahhh, ya salgan par de idiotas! — Gritó frustrada Karina desde su escondite.

Tenía que llegar máximo a las diez a su casa y ya había gastado cuatro horas de su tiempo en observar atenta aquella casa.

Volvió a dirigir su vista a su celular, marcaban las seis y diez de la tarde. Nada. Ninguna señal de vida.

—Seguro están follando. —Dijo Karina decidida a irse.

Caminó unos pasos hasta que escuchó la puerta de una casa, se giró observando a la parejita salir dirigiéndose al auto de la más alta.

— ¡Al fin! —Gritó Karina en voz baja sin que la dulce pareja las oyera.

Tomó el primer taxi que vio y las siguió, oh vaya sorpresa la que se llevó al ver el lugar donde se dirigían: El hospital.

— ¡Sí! —Exclamó Karina emocionada al verlas estacionar frente al establecimiento. —Señor, déjeme aquí. —pidió amablemente, para poder pagar y salir del auto.

Corrió hasta el hospital viéndolas dentro del ascensor, no podía hacerlo, ella no podía tomar el mismo ascensor junto a ellas. Solo le quedó una cosa qué hacer: Esperar a ver en qué piso paraba el ascensor.

El ascensor paró en el piso ocho.

— ¡Vamos, Jimin! Pon orgulloso a tu profesor de gimnasia. —Se animó antes de subir corriendo por las escaleras hasta llegar al piso ocho.

Antes de llegar, se fijó que aquella parejita no las viera. Las localizo al final de una sala sentadas.

Jimin se mantuvo escondida por unos minutos hasta que ambas chicas entraron a la habitación y de esta salió una señora.

Se acercó lentamente hasta la habitación, no podía entrar, pero por la ventana de la puerta podía ver el interior del cuarto de reposo. Lamentablemente, la pareja se encontraba frente a la chica, no podía visualizarla bien.

—Par de idiotas, ¡Aléjense! —Susurro Karina.

Nada. No podía ver el rostro de aquella chica, Yiren y Sihyeon la tapaban.

—Cuida muy bien a tu hermana por favor, Yizhuo, solo me iré a comprar unas cosas. En seguida regreso.

Karina volteó a ver a la chica mencionada junto al señor que estaba a su lado.

— ¿He~ermana? —Susurro Karina para sí misma.

Jimin conocía muy poco a Yizhuo, pero por su compañera sabía que ella no tenía otra hermana que no sea...

—No. No puede ser. —Karina giró su cabeza a la habitación de la chica. —No puede ser...

En la camilla se podía observar a una chica recostada con cabello corto hablando animadamente junto a la pareja.

—Minjeong...

Chica Linda I Winrina [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora