- Márchese, Miss Swan

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I

(Bosque Encantado) Presente...

Emma Swan llegó al Bosque de Sherwood a media tarde. Estaba más lejos de lo que pensaba, pero al fin llegó. Tras horas buscando entre la hierba y la maleza, la sheriff logró ubicar un grupo reducido de personas en un rincón escondido del bosque. Era una pequeña aldea. Se acercó despacio, tratando de no asustar a los habitantes del lugar y a los primeros a los que se dirigió fue a un grupo de hombres sentados sobre troncos, alrededor de una hoguera y con jarras de cerveza en las manos.

"Buenas tardes" murmuró con cautela.

Todos los allí presentes se giraron a la femenina voz que les había saludado. Algunos hombres simplemente la observaron, otros cogieron sus armas asustados y otros se limitaron a depositar sus jarras en el suelo.

"Buenas tardes, m'lady" la voz de uno de ellos se impuso sobre los demás y, cuando Emma discernió la figura del hombre ponerse en pie, rodó los ojos inconscientemente. El tipo le ofreció su mano como saludo y ahí fue cuando la rubia advirtió a la perfección el tatuaje de león que decoraba su antebrazo. "Robin de Locksley, a su servicio"

Emma tomó su mano y la estrechó con fuerza.

"Darcy" improvisó. "Lady Darcy"

"¿En qué puedo ayudarla, Lady Darcy?"

"Vengo de parte de la princesa Snow White" dijo Emma. "Sé que la han escondido unos días en vuestra aldea, pero me temo que los rumores corren como el viento y he oído que la reina viene a buscarla. Vengo a advertirles, deben marchar"

"No se preocupe, Darcy" respondió Robin. "Mis hombres y yo nos marchamos en breve, emprendemos un viaje en busca de recursos"

"¿Y qué hay de su esposa y el resto de aldeanos?"

"Lady Marian desea quedarse a cuidar de los niños y los enfermos, yo no voy a interponerme, esos son sus deseos"

"No, no lo entiende" exclamó Emma. "Tienen que irse todos, ella la primera"

Robin sonrió con ternura y acarició el brazo de la rubia.

"Agradezco su preocupación, pero no tiene por qué inquietarse. Somos un pueblo pacífico y en él habitan muchos ancianos. No es preciso movilizarlos, están débiles"

Robin no lo entendía. Simplemente no lo entendía. Regina iba a venir. Iba a arrasar con ese poblado e iba a llevarse a Marian con ella por no desvelar información sobre dónde se encontraba Snow White y eso era, precisamente, lo que Emma trataba de evitar. Pensó que, tal vez, si lograba que la Reina Malvada nunca capturara a Marian, la Emma que viajaba con Hook no se la encontraría en la celda y no la traería de vuelta a Storybrooke. No era un plan maestro, pero era lo mejor que tenía. Sin embargo, ese saco de músculos sin neuronas que ejercía de ambientador de pino no quería ni escucharla ni obedecerla.

"¿Podría, al menos, hablar con su esposa?"

"Por supuesto" afirmó el hombre. "Hace un rato ha partido a limpiar la ropa de los aldeanos al río, pero pronto regresará. Mis hombres y yo marchamos ahora, pero si lo desea puede quedarse aquí a esperar, estoy convencido que a los niños les hará ilusión ver una cara nueva"

Una cara nueva... ¡Una cara nueva! Emma Swan se hubiera abofeteado si no hubiera tenido a todo el séquito de Merry Men observándola fijamente. ¿Cómo había podido ser tan estúpida? ¿Cómo había podido ser tan sumamente descuidada? La última vez que viajaron en el tiempo, Killian y ella fueron a ver a Rumplestiltskin y este les lanzó un hechizo de encubrimiento. Cuando se miró en el espejo no vio a Emma Swan y Killian Jones, vio a dos personas desconocidas. Ahora, no obstante, no llevaba ningún hechizo que encubriera su verdadera identidad. Ahora Robin Hood estaba viendo a la verdadera Emma Swan, a la Emma Swan que 30 años más tarde conocería en Storybrooke. ¿Y si la reconocía? ¿Y si alguien más importante como su madre o la propia Regina la reconocían?

"Con amor, Emma" [SwanQueen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora