Aclaración de vocabulario:
*Mesversario: día en el que se cumple un mes de algún suceso (realmente no existe ningún término correcto para designarlo, así que yo he elegido este. Otros: mesiversario, mesario, mensiversario, mesaniversario...)
I
(Storybrooke) Un mes antes...
Regina Mills estaba sentada en el sofá de su casa, con una copa de whisky en la mano y dudando sobre si debía o no tomarla. Miraba el cristal del vaso con atención y todas sus dudas aparecían frente a ella. Cierto era que había hecho un uso no demasiado responsable del alcohol que protagonizaba su preciosa vitrina de licores en el salón. Ese escaparate era una de sus partes favoritas de su casa y una de las que más le gustaba lucir. Era una vitrina muy bien ordenada, con licores caros y con el cristal bien limpio. Sin embargo, era la causante de muchos de sus problemas, puesto que, de ser Henry quien tomara esas copas de más, se hubiera preocupado gravemente. Sin embargo, como se trataba de ella misma no ejercía tanto control.
Lo meditó seriamente. No consideraba que realmente tuviera ningún tipo de problema, simplemente se sentía mal y, en consecuencia, se tomaba algunas copas para olvidar el sentimiento durante un rato. Se sentía mejor y eso era todo lo que importaba. Se llevó el vaso a los labios, pero en cuanto el olor a alcohol llegó a sus fosas nasales lo apartó. No podía seguir haciendo eso. No podía seguir ignorando su dolor y camuflándolo con alcohol. Dejó la copa sobre la mesa y, justo antes de cerrar la botella, el timbre de su puerta sonó.
Se sobresaltó con el sonido y miró en dirección a su entrada. No esperaba visitas, nunca lo hacía. Henry, para variar, estaba fuera de casa, con sus amigos. Emma no quería saber nada de ella. Rumple hacía poco le había enviado un mensaje indicándole que no podría verla ese día, puesto que estaba haciendo de niñero de Neal. Y los Charming no solían pasarse habitualmente por la mansión. Regina se puso en pie y abrió la puerta de su casa sin mirar previamente por la mirilla. La persona a la que vio la sorprendió de verdad.
"¡Hook!" exclamó asombrada. "¿Qué haces aquí?"
"Te he visto discutir esta mañana con Emma" dijo intentando entrar en la casa, pero Regina lo impidió colocándose en medio.
"¿Qué quieres, Killian?"
"Recobrar la amistad que teníamos en el Bosque Encantado" afirmó el pirata.
"Amistad... ¿de verdad crees que tú y yo llegamos a ser amigos?" la alcaldesa alzó una ceja vacilante. "Te contraté para que mataras a mi madre, nada más. ¿Qué te hace pensar que éramos amigos?"
"Pues que no intentamos matarnos mutuamente, para la gente como nosotros eso ya es decir mucho"
Regina rio. No fue una risa falsa o impuesta, fue una risa real. En eso tenía algo de razón. Entonces, pensó. Tal vez podía olvidarse de lo mal que iba su relación con Emma si se distraía con un amigo. Killian era divertido y era un hombre gracioso, tal vez conseguía animarla un poco si le daba la oportunidad. A fin de cuentas, el pobre estaba tan o más solo que ella. Miró al pirata a los ojos y se vio lamentablemente reflejada en él. Los ojos caídos, las ojeras destacables y la cara pálida. Todo señales de haber estado llorando. La única diferencia era que ella vestía como una reina y él como un... bueno, como un pirata.
"Está bien, Killian" suspiró la morena, apartándose de la puerta y dando paso al hombre al interior de la mansión.
La morena se dirigió al comedor, dispuesta a coger una de las botellas de su tan preciada vitrina de licores. Hook se quedó totalmente embobado observando el precioso cuerpo de la mujer. Llevaba puesto el vestido morado de aquella mañana, que marcaba a la perfección todas sus curvas. Hook estaba acostumbrado a ver como la ropa, normalmente, resaltaba un atributo destacable del cuerpo de las mujeres que le gustaban, pero en el caso de la reina, toda ella quedaba realzada en ese traje. Sus pechos amenazaban con hacerse sitio en ese ajustado corsé, las caderas se movían con gracia y elegancia, y las piernas, Dios las piernas de la reina. Largas, tonificadas y demasiado atractivas a ojos del pirata. En esos instantes se preguntaba en qué momento se fijó en Emma Swan, existiendo una mujer como Regina Mills. No podía creer lo estúpido que había sido al perseguir a una rubia que, evidentemente, no quería nada con él y no había hecho nada más que despreciar todos sus intentos de conquistarla y quererla. Killian volvió en sí y levantó la vista al oír su nombre.
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"Con amor, Emma" [SwanQueen]
Fiksi PenggemarEmma Swan ha traído a Lady Marian a Storybrooke y, por lo tanto, ha arruinado el final feliz de Regina Mills. Tres meses después, tras observar el evidente estado de tristeza de la alcaldesa, la Salvadora decide tomar una drástica decisión: viajar d...