"Con amor, Emma" [SwanQueen]

- ¿Trato hecho?

I

(Bosque Encantado) Presente...

¿Qué hago?¿Qué hago?¿Qué hago?¿Qué hago?¿Qué hago?¿Qué hago? Por la mente de Emma no podía pasar absolutamente ningún pensamiento que no fuera ese. Estaba perdida. Estaba oficialmente perdida. La varita mágica se había roto y no había absolutamente ninguna otra forma de viajar en el tiempo. Estaba atrapada. Había quedado atrapada en el pasado.

La posibilidad de ir a ver a Rumplestiltskin pasó por su mente fugazmente, pero la descartó por completo. Si se presentaba en el castillo del Dark One, le contaba la situación y este le dejaba la varita mágica otra vez, la Emma y el Hook que viajarían por accidente al pasado no tendrían varita con la que volver. Por lo que esa no era una opción. Debía encontrar otra manera, otra solución. Y rápido.

Entonces pensó. Pensó mucho y durante mucho tiempo. Sentada sobre un tablón de madera que había en el puerto, mientras observaba a los marineros pasar. Entonces la bombilla se encendió sobre su cabeza. Por supuesto, tenía que ser eso. Nunca nadie había logrado viajar en el tiempo. Aquella clase de magia llevaba prohibida años y, por si fuera poco, nadie había conseguido jamás recopilar los ingredientes y llevar a cabo su hechizo. Nadie excepto ella, que lo había conseguido gracias a, nada más y nada menos que, Zelena.

Zelena Mills. Esa era su solución.

II

(Storybrooke) Un mes y dos semanas antes...

La sheriff se encontraba en su escritorio en la comisaría de policía. Apoyaba su espalda en el respaldo de la cómoda silla y descansaba sus piernas sobre la mesa, mientras leía las noticias del Daily Mirror de Storybrooke. Fue entonces cuando, inesperadamente, un mensaje llegó a su teléfono.

"Merienda en Granny's en 10 minutos. No llegues tarde. -Regina"

Emma se puso en pie más rápido de lo que su cuerpo pudo advertir, generando en su cabeza un pequeño mareo cuando toda la sangre de su cabeza bajó a sus pies. Vio borroso durante unos segundos y tuvo que sujetarse a la mesa mientras los puntos negros de su vista se disipaban. Decir que tenía ganas de ver a la alcaldesa era quedarse muy corto.

Emma se presentó en la cafetería de Ruby y la abuelita 5 minutos antes de lo que Regina le había pedido, pero, para suerte de ambas, la morena ya se encontraba también allí. Sentada en un taburete de la barra, con un café con leche entre las manos y un traje elegante, Regina esperaba pacientemente la llegada de la rubia. Cuando la vio entrar se puso en pie y Emma se acercó a ella.

"Vaya, parece que la alcaldesa no puede mantenerse alejada de la sheriff" bromeó la Salvadora, tomando asiento en una mesa de dos.

"Que no se te suba a la cabeza" se burló Regina, imitando a la rubia y sentándose en frente de ella.

"¿Y bien? ¿Querías hablar de algo importante?" la rubia hizo una señal a Ruby con la cabeza para indicarle que le trajera una taza de algo caliente, le daba absolutamente igual lo que fuera.

"La verdad es que no" confesó Regina. "Quería verte, hablar contigo..." la morena tomó un sorbo de su café. "La cena de la semana pasada estuvo bien, pero estuve esperando una segunda invitación"

"Bueno, bueno, bueno" Emma alzó los brazos fingiendo dramatismo. "No me digas que por una vez en la vida he hecho algo bien"

"Muy graciosa. Hablo enserio"