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Como todas las mañanas Mingi se dirigía en su Genesis G70 negro hacia Songvance por las ya conocidas transitadas calles de Seúl, algo a lo que estaba familiarizado, con la diferencia que esta vez tenía en mente la nueva propuesta de cierta empresa también conocida en el campo.

Año tras año el legado familiar iba incrementando justo como se lo había prometido a su padre antes de morir y así fue, pilar por pilar había logrado levantar todo un imperio. Mientras otras empresas habían llegado lejos bajo un régimen de crímenes y fraudes, Songvance se encontraba en la cúspide sin una sola cifra irregular.

Recibido en fila por los empleados, se adentró en dirección al elevador con las manos dentro del pulcro pantalón ejecutivo. Con bolsillos frontales y detalles de pines hechos de oro puro Son Mingi caminaba enmarcando un dominante paso sobre la alfombra zafiro. Un pulcro saco y chaleco con cuello de pico, bolsillos de doble vivo ciñendo su cadera y esos ajustes con trabillas en la espalda siendo perfecta apreciación de cualquier mirada.

El singular tono de las puertas abriéndose a su paso le hicieron saber a Hunter desde la sala de juntas la llegada de su jefe, se encontraba revisando el equipo y organizando todo asegurándose que todo quedara listo para la propuesta del nuevo posible socio. Sabía perfectamente que a Mingi le gustaba que todo quedara impecable.

Las puertas fueron abiertas y Mingi se adentró a su oficina siendo recibido por la reverencia de su capacitado y fiel secretario personal.

— Buenos días señor — notó que tenía un aura diferente a todos los días, Mingi podía ser un jefe estricto y capaz de explotar si alguien llegaba a hartarlo con incompetencia o si la producción se atrasaba, era algo que pasaba a menudo. Llevaba unos días así, pero específicamente hoy parecía que en cualquier momento podría tirar personal por el gran ventanal tras su escritorio. Esta vez podía sentir que era diferente, percibía el aura pesada y estaba calmo, eso nunca era buena señal.

— Buenos días ¿Todo listo para hoy? — pasó rápidamente dejando atrás su aroma maderoso.

— Por supuesto señor— dijo siempre sonriente.

— Bien, veremos de qué están hechos — dijo con aguda mirada.

Hunter se mantuvo callado ajeno a la ola de pensamientos que albergaba Mingi y minutos después se logró escuchar el ascensor.

Con una mirada de su jefe Hunter salió a recibir a los invitados mientras Mingi se disponía a servirse whisky.

— Buenos días señor Song, un gusto al fin poder conocerlo en persona. — se hizo presente el hombre que esperaba, de traje pulcro y alto con un apuesto rostro si era sincero.

Cerró los ojos fuertemente y tomando un sorbo largo sorbo dejando el vaso medio llenar se giró para enfrentarse a eso que le llevaba irritando.

Ah, por su puesto que aquellos ojos de ciervo indefenso lo miraron con asombro, y lo encontró patético.

— Kim Hwiyoung — dijo estrechando las manos y observando además esa segunda figura —Bienvenidos.

— Oh, este es Jeong Yunho, se encarga del área administrativa de la compañía, mi mano derecha y esposo.

— Oh, por supuesto— dijo con media sonrisa alzando su mano— Un gusto también señor ....

— El apellido Kim será adoptado tradicionalmente dentro de unos días — intervino Hwiyoung.

— Comprendo

— E-esperamos que nuestra propuesta logre interesarle —dijo Yunho apartando su mano tan rápido como la había alzado a lo que a los ojos de Hwiyoung captó con extrañeza sin ponerle mucha importancia.

━━━ • 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 | | 𝐘𝐔𝐍𝐆𝐈/𝐌𝐈𝐍𝐘𝐔𝐍  • ━━━Donde viven las historias. Descúbrelo ahora