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Joaquín fué a buscar una manta y ambos se recostaron en el sofá, cómo ninguno de ellos durmió bien la noche anterior, bastaron sólo unos minutos para que ambos cayeran dormidos mientras se abrazaban.

Emilio despertó por el sonido de su celular y por costumbre estiró su mano para tomarlo, hasta que cayó en cuenta que no estaba en su habitación y que su celular no estaba junto a él en su mesa de noche.

Cuándo abrió los ojos, buscó el celular con la mirada, pero su concentración se fué rápidamente al hecho de que estaba sólo en aquel sofá.

El terror lo invadió, ¿Joaquín no sería capaz de hacerle ésto nuevamente, verdad?, Comenzó a sentir cómo se apretaba su estómago, mientras buscaba con la mirada por toda la casa sin pista alguna del castaño.

Tomó con una mano, su pantalón que estaba en el piso y sacó su celular. Leyó el nombre de Lalo y sintió deseos de llorar.

A pesar de ello, contestó cómo sino estuviera cayéndose a pedazos su corazón.

— Lalo — saludó

— ¡Hermano! ¿Cómo estás?

— Yo... — tragó fuerte y llevó una de sus manos a sus ojos — ¿Estás con Joaquín?

— ¿Qué? No, no he sabido nada de Joaquín desde la fiesta de Diego. ¿Porqué?

Y Emilio escuchó un ruido justo atrás de él, Joaquín venía bajando la escalera, al parecer había tomado un ducha y Emilio respiró con alivio, sintiéndose estúpido.

— No importa... ¿Para que llamabas?

— Quiero verte, que dices si hacemos algo sólo tú y yo

— ¡Claro! ¿Te pasas a mi apartamento?

— Sí, genial...saldré del trabajo y me iré para allá ¿Bien? 

— Bien, nos vemos.

Cortó la llamada y estiró los brazos para que Joaquín llegara hasta él.

— Lamento mucho haberme ido aquel día — susurró Joaquín en medio del abrazo.

— ¿Qué? — preguntó confundido.

— Te oí preguntarle a tu hermano si estaba con él... — Emilio se avergonzó e intentó correr la mirada, pero Joaquín lo detuvo tomando el rostro del rizado suavemente y continuó — Lo siento mucho por no estar allí cuándo estuvimos juntos por primera vez y me entregaste algo increíble, debí haber  estado allí cuándo despertaste.

— Ya no importa

— Claro que importa, fuí un estúpido...sólo quería ser un buen amigo, Lalo estaba muy mal y terminé arruinando todo para nosotros...Yo debí avisarte, pero primero pensé que llegaría antes de que despertaras y luego pensé que podría explicarlo al volver, que era mucho mejor que llamar por celular. Claramente ese fué un error fatal y lo siento mucho amor.

Amor...el sólo escuchar a Joaquín decirle así lo hace sonreír.

— Ya pasó...es cierto, fué un error, pero lo entiendo.

Joaquín se acercó a él y lo besó lento.

— ¿Quieres darte una ducha?

— Lo agradecería, quedé de ver a Lalo en un rato así que tengo que irme.

— Claro, no hay problema... ¿Te veo mañana?

Emilio asintió rozando sus labios con los de Joaquín.

Si Me Amaras // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora