Capítulo 13

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Aquella maldita emoción se sentían en el aire, su infinita tristeza se escuchaba con su leve llanto. La luna era testigo de esa alma agrietada y confundida, pidiendo a cambio su vida por ser parte de un inmortal.

El humano padecía un dolor fuerte, sentía como cada músculo se desgarraba y partía haciéndolo un caos. Cada uno de sus huesos se quebraba haciéndose polvo. Su piel comenzaba a sangrar por lo fina que se comenzaba a volver. La muerte se avecinaba cerca del lugar lista para llevarse a su nuevo amigo.
Su cuerpo comenzaba a desaparecer, haciendo su muerte dolorosa. Perdiendo los sentidos por la destrucción de su interior. Cuando su cerebro comenzó con dolor insoportable a tal punto de sentirlo explotar todo se calmo.

Cómo si no hubiera pasado nada su cuerpo se había regenerado. Sus oídos ya no sangraban, en cambio podía escuchar la plática del omega y el vampiro. Su vista regreso viendo cómo la puerta del armario se abría mostrando una habitación bastante distinta a la que podía recordar.

Una fuerza extraña lo hizo levantarse,  al poner ambos pies sobre el suelo uno le dolió como años atrás. su vista se dirigió a la parte donde sentía dolor viendo cómo no había sido atendiendo como era debido y un hedor desprendía su piel.
No sintió dolor aparente a pesar de su condición, caminó hacia el mueble subiendo y adentrándose a él, tocando cada detalle de oro que pertenecía a la puerta. Seguido de la pared y su tapiz tan peculiar.

Las luces de las velas revelaba cuan vieja era la habitación, sobre las paredes los cuadros de Hyunjin y Jeongin se mostraban orgullosos, varios adornos estaban sobre los muebles pequeños llenos de libros. Algo peculiar le hizo caminar lentamente hacia el escritorio que estaba enmedio de la habitación. Viendo cómo varias cartas no enviadas adornaban el mueble.

"Amado Jeongin.

He visto cuan hermoso te has vuelto, tu marca sienta bien sobre tu cuello. Aunque déjame decirte que la mía lucirá mejor. Me doy cuenta que el tiempo que te estoy dejando vivir no volverá, la verdad no sé si cuando te transforme podrás regresar a tu juventud con apariencia de viejo. Pero aún seas un inútil vampiro yo te amare y querré, por favor mantente sano.

No te preocupes por mi, encontré una manera de mantener mi fuente de vida con vida el tiempo suficiente para esperarte. Yo iré cuando tú lo desees.

Te amo infinitamente, Hyunjin."

El dolor sobre su pecho lo sofoco, se dejó caer cuando sus piernas temblaron cayendo hincado. Sus gritos de dolor desgarraban su garganta hundiéndolo aún más en su miseria. Cubrió su cara e ignoró todo a su alrededor sin saber que la puerta dónde había entrado se había cerrado, volviendo abrirse en otro lugar muy lejano.

—¡MINHO!— el desgarrador grito lo hizo reaccionar, levantando su mirada y por alguna razón corrió despavorido hacia la puerta, sintiendo bastante terror porqué encontraría.

Corrió sin darse cuenta que su ropa cambiaba dejando de ser de la época de los reinos a la de su verdadero nacer. Sin notar que volvía al punto dónde había muerto en su vida pasada.

Miró hacia todos lados, sintiéndose perdido. Olvidando que horas antes en ese mismo lugar había estado con Hyunjin. La diferencia era que él lugar estaba vivo y el árbol de su pasado seguia ahí.

—¡SEUNGMIN!— gritó suplicando— ¡¡SEUNGMIN!!— volvió a gritar devastado. Su mirada cayó y solo en ese momento comprendió. Dió un grito ahogado a tal escena sintiéndose un lunático.

Sobre el pasto ya hacía el cuerpo de Seungmin inmóvil, lleno de sangre del pecho y boca, a su lado el cuerpo de su pasado con un perfecto corte en el cuello, se veía como Minho tomaba de su mano, aún muerto parecía no querer soltarlo. A su lado un cuchillo de oro con diamantes.

Esposo Mío (Editado) HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora