Capítulo 11

223 26 105
                                    


El ambiente era sumamente tenso, Jisung mantenía sus manos en su pecho mientras las movía rápidamente. Su mirada era oscura y sus pasos eran duros.

Trataba de tranquilizarse. No quería dañar más, pero le era imposible. Todo el enojo que sentía tenía que calmarlo, no quería morir a manos de su suegra quien controlaba al mundo entero y sus múltiples dimensiones.
Temía por una muerte tan dolorosa como la que tuvo que pasar su hija.
Pero la inmensa necesidad de matar a Jeongin se hacía cada vez más grande.

—Sunggie— llamó Changbin, veía al amor de su eterna vida comenzaba alterarse —Ven acá— pidió con amor, viendo como su pareja colgaba del techo.

Una vez que bajo de un salto el mayor tocó su mejilla trayendo consigo la paz que necesitaba. Changbin debía seguir los pasos de su madre y convertirse en el nuevo moderador pero su amor por Jisung lo hizo renunciar por lo que fue creado. Teniendo poderes infinitos que con el paso de muchos años aprendió a controlar y ocupar.

Uno de ellos lo ayudaba con Jisung, trayendo calma a su alma.

—Aquel muchacho— murmuró— aquel muchacho— repitió temeroso— él... — comenzó de nueva cuenta a alterarse.

—¿Jeongin?— preguntó el pelinegro dudoso, miró los temblorosos ojos de su esposo, viendo lo que Jisung miraba —Debe de ser un error, no creo que...— guardo silencio cuando la visión cambio. Ver la manada de los lobos venir a destruir su hogar, su vida completa con ellos incluidos.

—Vamos a morir— murmuró lloroso.

—No, no lo haremos— beso sus labios de una manera delicada, unos toques suaves que se convirtieron en una promesa. — Debemos hablar con Hyunjin. Minho está débil, no podrá viajar a otra dimensión. Necesitará el cambio.

—Hyunjin no lo aceptará —sollozó, tomó fuerte los brazos de su esposo. Era doloroso.

—Entonces tendrá que afrontar las consecuencias— aquellas palabras fueron duras para ambos. Los vampiros al tener hijos les daban a sus hijos una pequeña parte de su alma, para que las crías tuvieran el control y no dejarán ir tan fácil a los demonios que vivían dentro de ellos. Además de que sus padres pudieran controlarlos en su crecimiento.

~Esposo mío~

Minho decoraba una tarta que acababa de hacer, sonrió como un niño al meter una cereza natural a su boca, disfrutando de la fruta que se esparcía por su paladar.

"—Honnie ¿Que te gusta más de la vida?— preguntó un despreocupado Seungmin, acostándose sobre el húmedo pasto.

—Las cerezas— respondió riendo viendo cómo cambiaba de expresión su mejor amigo.

—No me refería a eso— respondió secó para seguir mirando el sol ocultarse.

—La vida no me gusta, es muy poco tiempo para muchas cosas que quiero hacer. Además de que cada cosa tiene un precio... No me gusta porque personas buenas sufren y las que son malas gozan— se encogió de hombros— no le veo lo interesante.— regreso la vista al río, viendo como el agua danzaba y corría lejos. Volteó hacia su mejor amigo cuando esté se acomodo sentándose en el pasto.

—Lo que me gusta de la vida son los sentimientos... No los avaros, sino aquellos que son puros.— Seungmin lo miró, ambas miradas se conectaron. El mayor tocó la mejilla de Minho y la acarició con un amor infinito — Como los que tengo hacia ti, mi hermoso niño— de manera lenta e íntima junto ambas bocas, creando un beso tierno e inocente, sin malicia ni dobles intenciones. Solo un beso de confesión.

El menor sintió su pecho llenarse de dicha, el despecho que sentía parecía irse lentamente. Transformando su pesar en absolutamente nada. "

—Jeongin— murmuró, lágrimas incontrolables comenzó a derramar además de un inmenso dolor que recorría su espalda. Cayó de rodillas, quería gritar pero el dolor se lo impedía haciendo que su respiración se cortara gradualmente conforme incrementaba su molestia.

Esposo Mío (Editado) HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora