Capítulo 5

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Aclaración: recuerden que los vampiros pueden cambiar de dimensión y tiempo. Creo que no notaron que Chan aparece en dos tiempos diferentes, esto se podría decir que es su siguiente vida (cuando empieza la historia) al igual que todos los demás mortales.

Minho comía los fideos demasiado lento, aún preguntándose quién era Chan. El nombre rondaba en su cabeza, pero pareciera loco no lograba recordar un rostro.

—Mi señor, últimamente corren rumores— comentó la chica quien en ese momento tomaba té con ellos, pero la mirada de Jisung la hizo callar, él ya sabía lo que se avecinaba —Mi señor.

—Es mejor que sigas por acá, pronto sabrás más y ya no podré mantenerte con vida— sonrió para acariciar su cabeza —Se una buena chica y ten una vida tranquila.

—Mi señor— casi lloro la muchacha, esas palabras se las había dicho su difunta hermana y solo significa que ya no lo volvería a ver.

—Olvida— ordenó, ShinHye perdió un poco de brillo en su mirada, tan solo un momento. —Me gustaría más té.

—Si señor— hizo una pequeña reverencia y se fue, tratando así ambos como simples clientes.

—¿Por qué la hizo olvidarlo?— preguntó Minho, la charla en algún momento se convirtió en su interés. Pero está rápido termino, la mirada del vampiro se veía triste.

—A veces es mejor que los mortales olviden aun lo mejores recuerdos para tener una buena vida— suspiró. Eso fue lo último dicho dentro del local, ocupándose cada uno de su comida.

Las calles llenas de puestos y de más, llamaban la atención de todos los transeúntes. Desde telas y prendas, hasta algún dulce.

—Bienvenidos— saludo un muchacho castaño, de cuerpo fino y vestimenta llamativa —¡Minho!— casi gritó cuando pasó por la puerta, quería ir y abrazarlo. Desde hace más de dos meses que no lo veía, pero ya no tenía derecho a hablarle como uno mismo o menor. —Lo siento— se disculpó rápido, ya que le tenía cierto miedo al señor Seo.

—Chan— llamó Minho, su sonrisa se intensificó para ambos. Recuerdos de su vida pasada fueron como los propios creando la dimensión donde viviría y sería feliz.

—Queremos papel, papel blanco— mando Jisung, con las manos en la espalda comenzó a recorrer la biblioteca del lugar tomando ejemplares únicos en la tienda.

—Si señor— de prisa contestó el joven omega para buscar el pedido, detrás venía Minho.

—¿Cómo has estado?— preguntó de repente, queriendo informarse de lo que había olvidado.

—Mi hermana también se fue, papá dice que se casó... La verdad es que lo dudó— tomó pliegos del papel, su mirada se tornó oscura con el dolor que cargaba su alma —¿Lo decorarán?

—Es lo único que hacemos, es aburrido vivir en la villa Seo— se quejó —Mi padre (se refiere a Jisung) me a estado enseñando a escribir correctamente, además de que no puedo salir y no puedo hacer nada. Es aburrido estar ahí.

—Pero es mejor que aquí Honnie—  suspiró —Mucho mejor— comenzó a enrollar el delicado papel.

La vida del omega era triste, su madre murió hace tiempo por culpa de su padre. El alfa es era dueño de un prostíbulo que en algún tiempo más el joven omega trabajaría.

El camino a casa fue silencioso, Minho venía tan perdido en sus pensamientos que no sintió cuando su caballo fue detenido, solo hasta mirar al responsable.

—Llegaste— la encantadora sonrisa de su esposo de igual manera le hizó sonreír.

—Llegue— murmuró.

Hyunjin como buen caballero lo ayudó a bajarse del caballo, adentrándose a una casa tradicional de la época, por el tamaño y los sirvientes  daba a entender una posición alta y rica. Haciendo de un pobre mendigo al humano a un hombre respetable.

—Fuimos al pueblo— aclaró Jisung mirando a su esposo, detrás los dos enamorados venían platicando —¿Te hiciste cargó?

—Jeongin no aparecerá a menos que Hyunjin lo recuerde. No es lo suficiente idiota para recordárselo a Minho— aclaró, camino con su esposo detrás informando —El tiempo correrá y Minho no va a recordar, su madre en aquella época lo abandonó haciéndolo un sirviente de nuestra casa, lo criamos, se enamoraron y fin de la historia.

—¿Va a recordar?— pregunto triste, él sabía el gran dolor que esto llevaba y por nada quería que Minho lo pasará.

—Solo un hechizo aún más fuerte que el mío lo podría hacer entrar en razón— aclaró seguro.

El humano miraba a su esposo, tan elegante sentado a su lado, ambos habían decidido tomar un poco de té. El día en si era caluroso y salir había sido bastante agotador.

—¿Que hicieron hoy?— pregunto el vampiro sosteniendo con falso amor la mano contraria.

—Fuimos a comer fideos a la casa Park, compramos un par de golosinas y fuimos por papel con Channie— dijo feliz, mirando con un profundo amor a su marido. Ambas manos unidas, haciendo que sentimientos pasados regresarán y el presente se olvidará.

—Déjame beber de tu cuello— suplicó, las pupilas del humano cambiaron a un color dorado. Manipulando de nuevo su mente.

—Toma de mi sangre, esposo mío— accedió, caminando por si mismo a su habitación. Llendo directo a la cama y una vez ahí comenzando a quitarse su ropa.

El vampiro no perdió tiempo y a medio desvestir se arrojo sobre él, quitando las prendas o más bien arrancandolas dejando el delgado cuerpo a su vista.

—Hyun...— chillo al sentir tan brusco beso sobre su piel, los dientes rasguñaban su delicada piel — Bésame— pidió, más en cambio vio como Hyunjin tomaba un listón de la ropa y ataba sus manos.

—Sabes las reglas, nada de abrazos ni besos en la boca— resaltó para seguir en lo suyo, consiguiendo lo que necesitaba y saciando su sed.

Abandonó la habitación, suficiente era con tener a ese humano feliz como  para involucrarse más, aunque ahora se sentía sucio. Tenía que regresar a ver a su lobito para calamar esa ansiedad y terminar con la vida del humano de una vez por todas .

Esposo Mío (Editado) HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora