Creía que ir al entrenamiento de la selección belga y verlo a él sería increíble.Creía que él iría a hablarle y capaz le pedía su número de teléfono.
Creía al menos le diría un "Hola".
Pero nada. Ni siquiera una mirada. Ni siquiera se acercó. Simplemente nada.
Quizás su hermano tenía toda la razón. Para él ella no significaba nada. Capaz se había confundido y él le había dedicado el gol a alguien de atrás o al lado suyo.
Lo único que hizo fue actuar como si no estuviera ahí, como si fuera invisible.
Se había ilusionado con él, como siempre lo hacía con la mayoría de los chicos de los que se enamoraba. Se enamoraba tan rápido e imaginaba situaciones románticas que podrían pasar, o los idealizaba de una manera romántica cuando eran todo lo contrario. Luego se daba cuenta de la realidad cuando ya era demasiado tarde.
Cuando abrió la puerta de la habitación, estaba su hermano en el sillón mirando un partido de fútbol en la televisión.
— ¿Y? ¿Cómo anda la enamorada?— volteó a verla riéndose—, debería ser rapero, ¿no? Capaz hago colaboración con el Duki.
— Estoy bien, y no deberías ser rapero— respondió indiferente.
Rápidamente caminó al baño, para que no la viera llorar, y cerró la puerta. Quería escuchar All too well y llorar tranquila, sin estar dando explicaciones.
Podía parecer una boludez, pero siempre le pasaba lo mismo con cada chico del que se enamoraba.
Era muy probable que el colorado no sintiera nada por ella, pero igualmente se ilusionó y quedó como una boluda.
Una boluda que siempre se ilusionaba. Una boluda que pasaba vergüenza en el amor. Una boluda que romantizaba todo. Siempre era la misma boluda.
— Mar, vení a comer— golpeó la puerta, asustando a la rubia.
— Voy.
Con toda la paja del mundo, se levantó del inodoro para ir a comer. No tenía hambre, pero su hermano la iba a obligar.
( . . . )
Lo único que se escuchaba en la cena, era el ruido de la comida y los platos.
Nunca había escuchado un silencio tan fuerte.
Quería decir algo pero no podía. No sabía si era buena idea o mala idea.
— Al final tuve razón, ¿no?— habló sin mirarla.
Mara se quedó sorprendida. No eran gemelos como para que se lean la mente. Pero igual Lionel lo hacía.
— Vos lo dijiste— respondió indiferente, también mirando su plato de comida.
No había cambiado nada. Todo seguía igual de incómodo que antes.
— Le voy a decir al Kun que lo lesione cuando vuelvan al City— intentó ser gracioso, pero recibió una mala mirada de su hermana—, era un chiste.
— Al final, creo que todos son iguales, sean famosos o no— se encogió de hombros.
— Pero mar... ¿a vos realmente te gustaba Kevin? ¿O te obligabas a que te guste?— esta vez la miró a los ojos, era una pregunta seria.
Simplemente se quedó callada. Lo único que hacía era comer y pensar. Pensar en sus sentimientos. Pensar en el jugador. Pensar en lo que su corazón quería.
Su hermano mayor le había creado una duda existencial, y bastante grande.
— No sé, nunca me lo pregunté.
— Sería mejor que no te guste, ahora sabés que es bastante imposible un sentimiento mutuo.
Qué dolor, ¿no?
Digo, no es lindo que te digan eso cuando te gusta alguien. Aunque él tenga razón.
— Me voy a dormir, chau— se levantó de la mesa, se vistió rápido y se acostó en la cama que compartían.
Lionel rodó los ojos y siguió comiendo, odiaba esa actitud de la rubia.
( . . . )
— No podés fingir que estás bien, mar. Ni siquiera te sale bien— acomodó el pelo rubio de la chica, pero ella le dió la espalda—. ¿Necesitás hablar?
— Estoy bien leo, no seas exagerado, no necesito hablar.
— ¿Querés que le diga al Kun que hable con Kevin?— preguntó, recostado en la puerta.
— Ya estoy grande, no necesito un cartero en mis problemas amorosos— frunció el seño—. Estoy bien, así que cortala con el tema.
— Bueno, que duermas bien— suspiró rendido—, te quiero.
Dejó de hablarle y se acomodó en la cama, dándole la espalda y mirando hacia una ventana.
( . . . )
No es muy sano despertarse en la madrugada, pero necesitaba hablar con su hermano mayor.
— ¿Sigue en pie la oferta de hablar con vos?— preguntó una vez que logró despertarlo.
— Estaba esperando a que me lo pidieras— respondió entredormido.
Se levantó de la cama para poner la pava para el mate. No importaba que fueran las dos y media de la mañana. Para desahogarte mientras tomas mates nunca hay horarios.
___
holuu, paso por acá para decirles gracias por todo el apoyo que le dan a la historia. muchas graciass
disculpen que sea tan corto, no tenía muchas ideas y creí que quedaba lindo el final ahí.
seguramente les aburra las partes de Lionel y Mara, voy a tratar de saltearlas si es así.
chauu, nos vemoss.
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𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 | kevin de bruyne
De Todo𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 | ❝I swear to be very dramatic and true to my. . . lover❞ ☕︎ » 𝗲𝗻 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 una fotógrafa viaja al mundial de rusia 2018 y se enamora de un futbolista. written by more fictional story