—¿De verdad vas a gastar plata en una camiseta de Kevin de Bruyne porque te dedicó un gol? You are so crazy —Lionel frunció el seño.—Bueno, Lionel, ya entendimos qué te graduaste del instituto de inglés, dejá de hacerte el bilingüe —rodó los ojos.
Su hermano la miró mal de pies a cabeza, para después ignorarla.
Habían pasado cuatro días desde aquel partido de Bélgica. Mañana la selección belga jugaría contra Inglaterra.
Esta vez si alentaba a la selección belga. Con tal de que pierda Inglaterra hasta alentaba a Brasil.
Y sí, se acababa de comprar una camiseta de Kevin de Bruyne. Tenía pensado llevarla a algún partido de la selección belga.
Aún tenía el presentimiento de que ese gol si significaba algo, pero no estaba del todo segura, solo era un presentimiento.
También podía estar la opción de que solo fue por diversión, y el pelirrojo no sentía nada. Pero Mara era muy optimista, así que pocas veces se le cruzaba ese pensamiento por la cabeza.
—No te ilusiones tan rápido, no sabemos si ese gol significó algo para él o algo así —le dijo nuevamente su hermano mayor mientras caminaban por calles frías de Rusia.
Pero siempre estaba su hermano mayor para quitarle esas esperanzas, diciéndole que seguramente Kevin de Bruyne jamás estaría enamorado de ella, cosa que la hacía sentir un poco mal, ya que de verdad quería tener un romance futbolista.
—Sí, ya sé —suspiró.
Sí, Lionel tenía razón ¿pero era necesario repetirselo todo el tiempo? Era feo que te digan a cada rato "no te ilusiones, un jugador jamás podría estar enamorado de vos".
—Cambiando de tema, ¿me vas a acompañar a la casa de leo? —preguntó.
La menor de los dos soltó un suspiro. Le había dicho que "sí" más de veinte veces, pero Lionel nunca escuchaba.
—Ya hasta perdí la cuenta de cuántas veces te dije que sí —mordió su labio inferior.
—Mentira —negó el mayor de los dos.
Prefería negarlo todo en vez de aceptar que tenía mala memoria, Lionel era muy orgulloso.
Ellos dos eran todo lo contrario en personalidad, en cambio, en el físico eran casi iguales.
—Ignorando eso, ¿la juntada es pasado mañana? —alzó una ceja y el mayor asintió con la cabeza—. Piola, no tengo nada que hacer.
—Nunca tenés nada que hacer, sos un perezoso en forma humana —bromeó provocando que su hermana menor le pegue un leve codazo—. Pará, bruta.
Aunque según Mara era molesto, también podía tener buen sentido del humor y no andar quejándose de todo el mundo.
—¿Qué vas a llevar para comer? Yo tenía pensado ir pasado mañana a comprar medialunas, si es que eso existe para los rusos —bromeó la rubia.
—Que compren ellos, son terribles muertos de hambre.
La menor soltó una carcajada, que se la contagió a su hermano.
—No seas malo, vos también sos un muerto de hambre y no te digo nada —lo retó—, aparte, quedás mal si no llevas nada.
—Bueno, después veo que compro —rodó los ojos.
Ambos siguieron paseando para ver algunos partidos, criticar a los rusos, comprar y probar comida rusa, etc.
( . . . )
—Y estoy muy triste por eso, ¿sabés? Se siente horrible... —dijo Lukaku mientras rascaba su nuca.
—¿Qué? Perdón, no te estaba escuchando —respondió el colorado apenado.
El delantero lo miró con enojo. Le estaba contando sobre la muerte de su perro y estaba re triste y el otro en su mundo.
—¿Qué es tan importante cómo para que no me estés prestando atención? —frunció el seño.
Si el ciudadano le decía que estaba pensando, Romelu lo retaría por ser tan bobo, así que le dijo la primera excusa que se le ocurrió :
—Es que me lesioné, creo.
—Mentiroso, no sirves ni para mentir —rió el delantero—. Dime porqué estás distraído.
—Nada, si total no importa —el colorado se encogió de hombros y su amigo negó con la cabeza al oír eso.
—¿No será por una chica rubia de ojos azules? —alzó una ceja sonriendo.
El joven asintió rendido. Su amigo lo conocía bastante.
—Qué idiota eres —negó con la cabeza levemente mientras reía.
—¿Qué? ¿Me vas a decir que nunca te enamoraste a primera vista? —alzó una ceja y el delantero negó con la cabeza nuevamente—. Pues, no me culpes por hacerlo. Yo no controlo mis sentimientos.
—Sí, lo sé —asintió con la cabeza—. Volviendo al tema, ¿hablarás con ella?
No. No sabía cómo hacerlo, de tan solo pensarlo se ponía nervioso.
Era todo un terror para el colorado hablar con la rubia, pero si no lo hacía no podría avanzar.
Era capaz de dejarla atrás con tal de no hablarle de la vergüenza que tenía.
—Me da vergüenza —hizo una mueca.
—Eres un cobarde —le pegó un codazo leve —. Mejor deja que yo te ayude, como siempre.
—Tengo un poco de miedo de lo que vayas a hacer, mejor le digo a Eden —lo miró con desconfianza.
El colorado tenía razón. Romelu ya estaba pensando en millones de cosas que podría hacer, en las que el ciudadano estaría en desacuerdo.
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𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 | kevin de bruyne
Casuale𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 | ❝I swear to be very dramatic and true to my. . . lover❞ ☕︎ » 𝗲𝗻 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 una fotógrafa viaja al mundial de rusia 2018 y se enamora de un futbolista. written by more fictional story