BLUE BLOOD | Jacaerys Velaryon

02| UN NUEVO VELARYON

Al dia siguiente Shaenys se encontraba practicando sus clases de lucha con Sir Harwin, debido a que su padre lo permitió y habló con Sir Harwin que no tenía ningún problema con eseñar a la princesa. Ella había practicado un poco a escondidas de su madre, pero cuando la pillo le prohibió todo tipo de entrenamiento.

Ella se encontraba intentando tocar a Sir Harwin con su espada de madera pero no había manera de acercarse, el era muy bueno, por algo lo llamaban el Quebrantahuesos, uno de los caballeros más fuertes del reino y era el caballero personal de su hermana mayor.

—Debe mantenerse firme, princesa—dijo Sir Harwin—Los enemigos—Shaenys le corto.

—No dan segundas oportunidades, lo se—dice ella, sacándose el sudor de la frente.

—¿Quiere que paremos princesa?—pregunto Sir Harwin mientras se acercaba a ella.

—No, estoy bien puedo seguir un poco mas—con esa respuesta intento tocar a Sir Harwin con la punta de su espada pero el con sus rápido reflejos la apartó enseguida y salió por los aires acabando detrás de la princesa.

La joven Targaryen no se lo pensó dos veces y corrió a por su espada otra vez, cuando la cogió la puso delante de ella para protegerse y levantarse, mientras que Sir Harwin la obligaba a quedarse en su sitio y no le permitía levantarse. Poco a poco fue haciendo fuerza para apartar a Sir Harwin pero fue inútil porque el era más fuerte, no le quedaba otra que pegarle una patada en la pierna, fue entonces cuando Sir Harwin retrocedió debido a que en esa parte de su cuerpo no había armadura, su punto débil.

Una vez que Sir Harwin se hecho para atrás Shaenys aprovecho y se incorporó otra vez y fue hacia el. Chocaron  espadas una y otra vez hasta que finalmente la de Sir Harwin salió volando lo bastante lejos para que no fuera a buscarla, por lo tanto Shaenys le apuntaba en el pecho justo donde se encontraban el corazón, lo que indicaba que ella era la vencedora.

Sir Harwin le sonrió y levantó sus manos en son de paz y ella lo acepto, como si le perdonara la vida de verdad.

—Creo que tenemos vencedora ¿no Sir Harwin?—le pregunto el rey Viserys mientras se acercaba a ellos.

—Me temo que si, su majestad—dijo Sir Harwin mientras se levantava con ayuda de Shaenys—Su hija es una gran contrincante, y aprende rápido, sera una gran guerrera en un fururo al igual que reina—dijo y sonreia a Shaenys.

—Gracias Sir Harwin, pero no lo hubiera logrado sin usted—dijo la princesa hacia el caballero.

—¡Su majestad! ¡Mi princesa!—grito una sirvienta que se dirigía al rey y a su hija que la miraron antentamente—Su majestad, su hija Rhaenyra está de parto en estos momentos, me han dicho que se lo comunique a ustedes y al Sir Laenor primero—dijo ella mientras cogía aire.

—Voy con ella ahora mismo, nos vemos luego Sir Harwin—dijo la princesa.

La joven Targaryen se dirigió a los aposentos de su hermana mayor para apoyarla durante el parto. Una vez que llegó a sus aposentos había dos figuras pequeñas sentadas esperando fuera de la habitación. Los reconoció enseguida se trataba de sus dos sobrinos, seguramente la partera no los dejó entrar debido a que eran muy pequeños para ver una cosa así, y ver un parto no era muy agradable. Se acercó a los pequeños Velaryon y ellos levantaron la cabeza para ver quien se había acercado a ellos, ambos sonrieron cuando vieron a su tía.

—¡Tia Shae!—grito el pequeño Lucerys.

—Hola mis pequeños—saludo ella—¿Sabéis algo de vuestra madre?—pregunto.

—Todavía no, hace ya un rato que está dentro, pero no nos dejan entrar para estar con ella—dijo Lucerys un poco triste por no estar al lado de su madre en eso momentos tan duros.