05| EL REGALO

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Shaenys avanza por el camino hacia Pozo Dragón, donde iba a reunirse con su hermana Rhaenyra, para comprobar si realmente ella era una cambia pieles. Según los libros más antiguos de la biblioteca de la fortaleza roja, jamás había ávido un cambia pieles Targaryen, normalmente este tipo de personas se encontraban en el Norte familiarizados con la Casa Stark, el Guardián del Norte. Shaenys estaba tan concentrada en lo que había leído mientras caminaba, que no se dio cuenta que una cabellera castaña estaba esperando en las puertas de Pozo Dragón.

—¿Jace?—pregunto la princesa mirando a su sobrino, el cual levantó la cabeza y la observo—¿Qué haces aquí? Me iba a reunir con tu madre ahora—dijo la chica.

—Si lo se, solo es que...quería pasar tiempo contigo—el mayor de los Velaryon se sonrojó cuando dijo aquello último en tono tímido.

—Oh Jace...A mi también me gusta pasar tiempo contigo—dijo ella acercándose a él—Pero tengo que hablar con tu madre de una cosa importante, nos vemos más tarde para practicar Alto Valiryio ¿vale?—propuso la princesa poniéndole una mano en un hombro, su sobrino asiento y tomó rumbo hacia la fortaleza roja.

—Sabes que te admira mucho ¿no?—pregunto una voz femenina detrás de ella que casi la mata de un infarto.

—¡Rhaenyra!—grito su hermana menor—¡Que susto me has dado, por los siete!—siguió gritando llevándose una mano al pecho—No vuelvas a asustarme así—le advierto.

—Procuraré que no—dijo su hermana mayor riendo—¿Vamos?—pregunto antes de entrar a aquella estructura donde residían las criaturas más grandes y peligrosas del mundo.

Shaenys avanzó y se posicionó junto a su hermana, atravesando todo el terreno de Pozo Dragón antes de llegar a las catacumbas donde se encontraban ciertas criaturas. Bajaron con cuidado por las escaleras que habían y recorrieron los pasillos para dirigirse donde se encontraba Vermithor uno de los dragones más viejos de la familia Targaryen, que perteneció a Jaehaerys I, fue reclamado por Shaenys a la edad de 8 años. Al parecer su hermano Aegon la hizo llorar tanto que se quería esconder de todos y fue a esconderse a Pozo Dragón, donde nadie la encontraría. La pequeña princesa avanzó por las catacumbas hasta perderse en ellas, solo se escuchaban eran los gruñidos de algunos dragones que descansaban allí. Ella fue avanzando hasta llegar al final del pasillo, que parecía que no tenía salida debido a que las antorchas no iluminaban demasiado, se dio la vuelta para volver por donde había venido. Pero un gruñido lo suficientemente cerca de ella la asustó un poco, escuchó unas cadenas que se movían y de pronto con la poca luz que daban las antorchas más cercas vio a un dragón enorme, tan grande como la fortaleza roja o eso le pareció. Poco a poco la criatura se acercaba a ella y ella se mantenía firme recordando las palabras que le decía su padre cuando alguna vez tuviera a un dragón "no tienes que tenerles miedo jamás, son parte de nosotros" y en ese instante la criatura bajo su gran cabeza, con una boca grande llena de dientes grandes y afilados se encontraba delante de Shaenys. Pero el se detuvo a olfatearla y cerró su boca, el dragón la miró a los ojos, esos los ojos que caracterizaban a los Targaryen de color lila. La criatura inclinó su cabeza para jurarle lealtad y seleccionando a la pequeña princesa como su nueva jinete, en ese momento ella misma sintió algo de tranquilidad ya no se encontraba llorando, aquel dragón la había hecho pasar de tristeza a felicidad en apenas unos segundos. Con cuidado acerco una mano hacia el hocico de aquel animal tan majestuoso que ahora le pertenecía hasta que uno de los dos muriera, crearon un vínculo tan fuerte que podía notar el ánimo de ambos con solo ver cómo reaccionaba el otro. Y ahí se encontraba 7 años después, intentando encontrar una respuesta a porque podía entrar en la mente de su dragón.

—Rhaenyra—habló Shaenys antes de llegar donde se encontraba Verthimor—Sera mejor que vayas detrás de mi, ya sabes que los dragones son muy protectores con sus jinetes y créeme Verthimor no será una excepción—explicó y su hermana mayor asintió.

BLUE BLOOD | Jacaerys VelaryonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora