𝐑𝐔𝐍 𝐎𝐑 𝐃𝐈𝐄 | ❝Correr o morir, ¿Recuerdas?❞
Madison Hobbs estaba dispuesta a darlo todo por Deckard
Deckard Shaw sacrificaría cualquier cosa por Madison
Dos polos opuestos, un criminal y una agente destinados a cambiar el mundo que los rodeab...
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El fuerte estruendo de los platos romperse alarmó a la susodicha dueña de la casa, el desorden que había acumulado en tan solo pasado un mes de sus vacaciones era inmenso, envolturas de papel regadas por el suelo, latas vacías y una que otra ropa interior metida entre la suciedad. Se sentía avergonzada de si misma pero no podía culparse, hace bastante tiempo no tenía un descanso que la alejara de las balas por un largo tiempo como el que estaba viviendo.
Con desgano tomo la escoba a su esquina y comenzó a barrer el desastre que había echó segundos atrás, se repetía miles de veces en la cabeza que esto de vivir como una persona cotidiana no era para ella, su vida no podía rondar a pasar horas metida en la casa y salir los findes de semana con amigas, no era lo suyo. Extrañaba correr para sobrevivir de los maleantes, sentir la exaltación y adrenalina de no saber quién ganará la pelea, aunque si pudiera alardear se creía la mejor en ese punto, ¿Poder acabarla? La derrota no estaba en su vocabulario.
Una vez tiro los desechos del plato de cristal se tomo el tiempo de analizar por completo su sala, debía haber alguna forma de ordenar todo en solo una hora pensó, antes de encaminarse a tomar algunas bolsas de basura suspiró al escuchar la puerta del patio abrirse, no le tomó importancia creyó que fue el viento puesto era una puerta deslizadora y era fácil abrirla.
Los pasos que se oyeron a continuación hizo que se tensara, aun recolectando su basura.
—¡Hobbs si eres tú ven a ayudarme! —Pidió concentrada en su labor —. Tengo un completo desastre mi casa así que no te quejes
El completo silencio que se formó la dejo confundida, volteó sobre su hombro aun limpiando el desastre que había causado creyendo que el sonido fue parte de su imaginación. Un escalofrío recorrió su cuerpo, la tensión en la parte superior de su cuello la molestaba, sentía la sensación de alguien fijando su mirada detrás de ella pero estaba segura que no había nadie mas que su presencia en la casa y ese ligero rechinido la hizo darse cuenta que ya no era así.
Aun con la bolsa de consorcio enrollada en su mano se encamino al estrecho pasillo que llevaba a la sala, una sensación de extrañeza se apoderaba de su mente, muchas cosas pudo haber provocado esos sonidos, como algún mapache e inclusive un gatito perdido aprovechando la oportunidad para escabullirse dentro. De todas las ideas se negaba a aceptar que la seguridad de su hogar había sido desecha, su esfuerzo para instalar cada trampa no pudieron ser en vano.
Un suspiro salió de sus labios inconscientemente al ver la puerta completamente cerrada, aun para tranquilizar su mente salió unos segundos hacía afuera para inspeccionar los rincones, no había señal de absolutamente nada sospechoso y se creyó una completa tonta por alucinar. El alcohol le hacía mal a veces, debía aprender a controlarse.
