otoño ⋘ wos.

1. Invitación gratis.

—¿Y ese mensaje que me mandaste..? —le hablé a mi hermana, quien estaba sentada tomando mate en el sofá —¿...Por qué?

—¿Por qué, qué? —responde ella sin levantar la mirada de su teléfono —Si a vos te gusta el fútbol.

—Banco a la selección, si, pero de fútbol no sé nada —le muestro la mano en señal de que me cebe uno, hasta que me pasa el mate.

—Sos de boca, el partido es de entrada gratuita... ¿Por qué no ir? 

—No sé ni qué corcho es un off side y vos pretendes que yo vaya a ver un partido... —nos miramos fijamente por un momento y le devuelvo el mate. —Igual sí quiero ir, no sé. Es diver.

—Viste —dice y hago una mueca burlandome de ella.

Muevo mis pies hacia la cocina mientras leo el mensaje con los datos del partido:

"CONFIRMADO. PRIMERA FEMENINO: SÁBADO 28 DE JUNIO A LAS 16 HS. BOCA vs. RIVER. COMPLEJO PEDRO POMPILIO (Entrada libre y gratuita. Hasta agotar capacidad)."

"¿Con quién carajo voy?", pienso.

Camino hacia la cocina para prepararme un café y, en el proceso, mando mensajes a mis amigas. Inicio con Augusta, pero sé de antemano que va rechazar la invitación porque debe estudiar para los exámenes y porque, importante, ella es de Arsenal. Es un rotundo no de tan sólo pensarlo. De igual forma, le envío el mensaje.

Seguido de Augusta, abro el chat de Canela. Ella no es fan del fútbol, pero siempre se prendía a cualquier plan. Capaz ella acepta.

Y hasta ahí llegaron mis opciones.

Agarro la taza ya lista y le doy un sorbo, para luego dirijirme hacia mi habitación. Yo también debería estar estudiando para los exámenes.

[...]

—Atuna —mi hermano llama desde el otro lado de la puerta. Le digo que pase tranquilo, ya que yo sigo pegada al escritorio terminando un resúmen. —¿Conseguiste con quien ir a la cancha?

—No sé, por ahora nadie me respondió —respondo y suspiro; a veces me molesta que cuelguen tanto cuando les hablo. —¿Por? —doy vuelta mi cuerpo y lo miro.

—Porque, capaz, si querés, con Tina te acompañamos. Entramos tarde al trabajo asique... —Me quedo tiesa; Tina, la novia de mi hermano, y yo no tenemos mucha onda. Siempre que estamos cerca es raro. —¿A qué hora es el partido?

—A las cuatro y media.

—Ah, no. Yo entro a las cinco. Jodete —me dice y se va. Me quedo contemplando la puerta por unos segundos. "Okey", pienso, "es un tarado".

Justo al momento de volverme hacia el escritorio, la pantalla de mi teléfono se prende al recibir una notificación.

Volví a mi resúmen. Augus tenía razón, debería estudiar en vez de hacer otras cosas, pero soy de esas personas que estudian mejor bajo presión. Esta no iba a ser la excepción.

Bien, ahora sí que no tengo a quién más insistirle. Está bien, creo que voy a tener que ir sola. Quedarme en casa no es opción. 

Pienso en subir una nota en instagram para que alguien me segundee, pero rechazo la idea por el simple hecho de correr el riesgo de verme como una virgen. Entonces no lo hago.

Entro a instagram de todos modos, pero para averiguar sobre el club femenino de boca: al menos sus nombres debo saber.