otoño ⋘ wos.

9. Me das el jamón y te comes el queso.

-Entonces, ¿qué vamos a comer? -intento sacar conversación para no pensar en nuestras manos entrelazadas mientras caminamos en búsqueda del spot perfecto.

-Lo que dije, sandwich de miga con coca. También traje un tupper con brownies, ¿te gustan los brownies? -dice mientras me mira cada tanto.

-Si, obvio. ¿A quién no le gustan? -lo miro con las cejas fruncidas, pero divertida.

-A mi mamá -me responde. Y se genera un silencio, hasta que me río. -¿Vos qué trajiste? -dice sonriendo.

-Pitusas y mate, por si pinta momento argento -le digo. 

-Pitusas de...

-De mousse y otro de limón -respondo. Saco del bolsillo de mi pantalón unos lentes de sol negro al mismo tiempo que él se coloca los suyos.

-Matching - dice y reímos. De a poco me voy acostumbrando a la sensación de tener su mano sujetando la mía.

Después de caminar por unos quince minutos, decidimos por sentarnos sobre la fuente de la plaza. Por la época de frío las aguas no están encendidas, pero de todos modos es lindo ver la fuente desde arriba.

-A ver, te voy a ser sincero: tengo hambre, no comí nada por los nervios asique... ¿arrancamos? -habla Valentin. Me río.

-Yo tampoco comí, me tomé cuatro tazas de té. Imaginate lo nerviosa que estaba - le digo y abro la mochila para sacar uno de los paquetes de pitusas. Mientras, el ojiazul saca los tuppers de sandwiches y la coca.

-¡No! Amiga, me olvidé los vasos -Valen se tapa la cara con ambas manos.

-Supuse que iba a pasar esto -le digo y saco dos vasos de mi mochila. También saco una botella de agua.

-¿No tomas lo que traje? -señala su gaseosa mientras ve la botella de agua entre mis manos.

-No me gustan las gaseosas -hago una mueca y levanto los hombros.

-Me hubieras dicho y te traía algo específico -abre la gaseosa y se sirve.

-Mira si te voy a decir "sabes que no me gusta la coca, llevame un jugo de pera y una botella de agua" -me excuso -Quedo mal si te hablo así.

-No, pero en algún momento pudiste haberme mencionado que no te gustaban. No sé.

Estamos en un banco, por lo que acomodo mis piernas en cada lado del asiento y el ojiazul imita mis movimientos. Quedamos enfrentados. Me sonríe y yo suspiro.

-¿Puedo abrir? -le señalo su tupper de sanwiches. Valen asiente con la cabeza y procedo a hacer lo dicho. -¿Son todos de jamón y queso? -lo miro esperanzada.

-Si, ¿por? ¿No te gustan? -me dice preocupado al darse cuenta de mi mirada, también, preocupada.

-Pasa que...

-¿Sos alérgica? La put-

-¡No! No es eso. Es que no como carnes, soy vegetariana -digo y vuelvo a hacer una mueca, esperando a recibir una respuesta que no me ofenda.

-Ay -es lo único que sale de su boca y una sonrisa enorme queriendo escaparse de sus labios. -No sé qué hacer ahora -me dice. Yo me río y él me imita. -Podemos sacarle el jamón a las que te vas a comer y te quedas con el queso de las mías, como para darte más calcio -dice y levanta uno de sus brazos, como si estuviese mostrandome sus biceps. Sonrío y me rasco la nariz.

-Si, bueno... Así no es como funciona, pero gracias. -le digo -Aprecio el gesto.

-¿Cómo que así no funciona? ¿No es válido si le sacas el jamón? -cuestiona y, genuinamente, le creo que esté confundido.