—Hola Abner, ¿Cómo estás?—. Una voz detrás de mi, me preguntó y yo boquiabierto giré lentamente para saber quién era.
Cuando giré, pude ver qué la persona que me había hablado era el mismo militar que ayer me había dejado ir corriendo.
—Hey, ¿Cómo demonios sabes de mi nombre?- pregunté algo molesto. —Yo no te conozco, y resulta que de la noche a la mañana sabes mi nombre?—.
—¿Sabes?— contestó, —Yo sé algunas cosas sobre ti, que por ahora no voy a mencionar, pero, lo que puedo decirte es que te conozco mucho más de lo que tú crees—.
—No, tú no debes saber nada de mi— dije un poco nervioso, mientras lo miraba a los ojos temblando por su acoso. —Apenas nos vimos ayer, y ¿Crees saber cosas sobre mi? Estás muy equivocado—.
—Mira Abner, tal vez tengas miedo por todo lo que te estoy diciendo, pero debes saber que yo realmente conozco de ti—, dijo mientras lo seguía mirando y casi me caía por el susto que me estaba provocando.
—No pienso hacerte daño, ¿Si?, Solo quiero que estés bien—. Me dijo con un tono amable.—No, ni creas que voy a confiar en alguien como tú, ¿¡Crees qué confiaré en ti después de que ustedes, los nazis, se llevaron con golpes a mi familia!? ¿¡Sabes cuánto sufro día y noche por pensar en qué los pude haber ayudado!? Tengo un maldito trauma con ese recuerdo, y tengo que rescatarlos.— le grite muy molesto mientras me seguía mirando con ternura, —Jamás seré amigo de un nazi como tú, ustedes no saben tener sentimientos y es algo que me molesta y nunca compartiré opinión con ustedes— finalicé, lo empuje y salí molesto hacia el lago, tirando todo lo que encontraba... Caminé unos minutos cuando sentí que tomaban mi brazo, lo único que se me ocurrió fue darle un empujón al que me estaba tomando.
—¿¡Otra vez tú!? ¿No te cansas de seguirme?— volví a gritar, mientras agarraba un palo para golpearlo, estaba lleno de enojo al tener a un nazi frente a frente. —No creas que me vas a llevar al maldito campo tan fácilmente, alemán— dije mientras estaba a punto de tirarle el primer golpe.
—Abner, tranquilo. No busco una pelea ni mucho menos, solo necesito decirte algo—.
—Habla, habla de una maldita vez— dije.
Lo que me dijo me dejó pensando durante un tiempo, pero trataba de no tomarle importancia, pues venía de un nazi.—Tal vez, esto no tenga mucho sentido por ahora, pero más adelante si lo tendrá y necesito decirte algo— suspiró y comenzó a decirme, —La vida es una caja sorpresa y una montaña rusa. Al igual que en esta atracción vas subir, también vas bajar y es algo que no podemos controlar, solo ocurre sin previo aviso. Estos momentos incontrolables son los que hacen que la vida tenga algún tipo de sentido aún cuando lo haya perdido y por eso vale la pena vivirla—. Finalizó.
—Pero, ¿Eso qué tiene que ver? Esto no tiene sentido, oficial nazi—. Le dije en forma burlesca y fruncí el ceño. —Y por favor, ya deja de seguirme. ¡Es una amenaza!— grité y seguí caminando hacia el lago, cuando solo voltee y vi como se iba caminando, se veía deprimido pero no me importó y seguí con mi camino.
—Vaya asqueroso nazi, prefiero que me lleve al campo de concentración que hablar con él.— pensé mientras me iba metiendo al lago.
No sabía lo que me pasaría después de aquella plática...
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Entre el amor y la guerra...
Fiksi Sejarah¿Qué está pasando conmigo? ¿Me estoy enamorando de un nazi siendo judío? Tengo resentimiento hacia los nazis pero el... El es especial y es distinto, no creí encontrar alguien así. Debo rescatar a mis padres, una misión imposible queda por explorar...