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Más tarde, mirando el cielo nocturno, hacia la luna mitad blanca y mitad roja, Noah entrecerró los ojos y apretó un poquito más al niño que estaba acostado entre sus brazos. Allí, junto a la ventana, Lidy respiraba tranquilamente, con la manita en su boca y la frente llena de sudor. Y mirando a su hijo, quien obviamente estaba metido en un sueño bastante profundo, Noah respiró aliviado, lo besó, y finalmente dejó la barbilla recargada contra su cabeza.

"Mi lindo bebito..."

Y es que no mentía al decir que, siempre que miraba la carita de su hijo, la tensión en sus hombros se aflojaba de inmediato y todos los malos momentos parecían volverse tan pequeños como si nunca hubiesen existido en primer lugar. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que los ojos de Noah estallaran en lágrimas:

(De repente, mi hijo se volvió tan pesado. Ya está creciendo.)  

Cuando pensaba en cómo este niño pequeño podía llegar a ser tan grande como su padre en cualquier momento, no lograba evitar sentir que estos pequeños instantes juntos tenían que ser atesorados.
Después, frotando su mejilla contra el pequeño cuernito en la frente de Lid, Noah abrazó al bebé con toda su fuerza y comenzó a murmurar una y otra vez que "lo amaba demasiado" y que estaba "muy feliz de ser su papá."

Tras derrotar a Verse, Noah se apresuró a regresar a casa mientras escuchaba los detalles de lo que había sucedido. Le sorprendió muchísimo enterarse de que Eldorado fue quien descubrió la verdad a través del poder de Lidy. Y más que eso, estaba preocupado por su niño y preocupado por lo que sucedería si usaban su fuerza en su contra alguna vez. Por suerte, en cuanto abrieron la puerta de su casa, quien saludó a Noah y Eldorado, quienes parecían bastante ansiosos, fue nada más y nada menos que su bebé, que ya estaba llorando de nuevo.

"¡Nono! ¡Papá!"

Lidy, que lloraba en voz alta, parecía haberse quedado desconsolado desde que Eldorado fue a buscar a Noah. El niño, que tenía la sangre de un dragón, era increíblemente fuerte a pesar de ser un niño, y estaba bastante decidido a ir a buscarlos en cuanto tuviera la oportunidad. Raja había estado tratando de calmarlo diciendo: "No llores cariño, Nono y papá están bien", y finalmente dejó de gritar a una hora bastante entrada de la madrugada.

Keith lo examinó en cuanto llegó. Dijo que estaba cansado de llorar, pero que fuera de eso no había ninguna anormalidad que pudiera preocuparlos.

(Sus ojitos se van a hinchar mañana)

No podían asegurar que el bebé hubiera logrado ver la imagen que Eldorado percibió a través de su magia. Pero incluso si no pudo hacerlo, el poderoso Lidy seguramente sintió el peligro en el que estaba Noah, Eldorado y su tío Keith y por eso mismo debió haber estado ansioso toda la noche.

"Lamento haberte preocupado, mi amor."
 
Disculpándose en voz baja, Noah refrescó suavemente los párpados de Lidy con un paño mojado, bien escurrido, y bastante frío. Eldorado caminó en su dirección poco después:

"Ya volví, Noah".

Él había hecho un rondín en el bosque para confirmar si Verse realmente había desaparecido o si la tierra estaba todavía afectada por su poder. Eldorado finalmente le tomó de las manos:

"El poder de Verse ha desaparecido por completo. Y hasta el momento, no parece haber un impacto en la tierra donde quedó su cadáver. Probablemente sea necesario revisar los alrededores regularmente de ahora en adelante, pero Raja dijo que le explicaría todo a los aldeanos mañana por la mañana para que nos pudieran ayudar."

"¿Qué pasó con las escamas?"

Pensó que si podía encontrarlas, podría ofrecerlas frente a las tumbas de todos los dragones que perdieron la vida en la batalla contra Verse. Sin embargo, el rostro de Eldorado se nubló de inmediato ante esa pregunta y momentos después, incluso negó con la cabeza diciendo:

El habitante de las estrellas. (Traducción Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora