Libra
Me sentía triste por mi hermana menor, sin embargo, se que las intenciones de Aries eran buenas pues el solo quería lo mejor para nosotros, siempre había sido así, solo que Piscis era demasiado inmadura para comprenderlo.
Después ocurrió la tragedia, la pelea entre Piscis y Aries y tal vez, la mayor pelea que han tenido hasta ahora. Todos escuchamos dicha discusión y las palabras tan horribles que dijo Piscis, aun así, intentaba comprender cómo debió sentirse para contestar de tal modo, no recibir un don en su día especial y después ser juzgada por golpear a la princesa Anneliese del Reino vecino, eso seguramente nos traería problemas.
Supe que mis demás hermanos se sentían molestos con ambos por igual, por un lado con Aries por dejar humillada a nuestra hermana de ese modo frente a todos, pero por otro lado, con Piscis por decir todas esas palabras hirientes. Yo, sin embargo, me mantenía neutro y era el único que quería saber la versión de Piscis, como se sentía y sobre todo que pensaba de la situación; por ello es que no deje pasar más tiempo y fui a buscarla en su habitación, donde claramente no la encontré así que intentando mantener la calma, comencé su búsqueda por el castillo sin éxito.
—¿La encontraste, Marta? —Pregunte mirando a nuestra nodriza con cierta preocupación, Marta era una señora de edad media avanzada que siempre se había comportado como nuestra segunda madre, por ello podíamos confiar lo que quisiéramos a ella.
—No, mi niño, mande a María y a Alma a buscar tambien—Respondió mostrando una preocupación maternal muy notable.
—Recuerden que es importante que Aries no se entere de esto—Mencione recibiendo un asentimiento de su parte para continuar mi busqueda también.
—¿Por qué no deben enterarse?—Pegue un brinco ante la pregunta de Cancer, quien soltó una risa un tanto estruendosa.
—¿Por qué siempre apareces de repente? —Regrese la pregunta intentando calmar mi acelerado corazón.
—Sabes que es de mala educación responder con otra pregunta, ¿no? —Dijo con diversión para después volver a reir—Ya enserio, ¿qué le ocultas a Aries? Sabes que yo no soy una boca suelta.
—Piscis no aparece por ningún lado. —Respondi depués de un suspiro al verme descubrido.
—¿Otra vez? Esa niña debió recibir el don del escapismo. —Dijo cruzandose de brazos mientras se ponía sería, claro sin perder su toque divertido.
—Pero contrario a eso, ella no recibió don por que Aries así lo decidió.—Respondi sin poder evitar resentimiento en mi voz, Aries estaba haciendo muchas cosas mal por temor a no poder protegerla.
—Dejemos de culpar a Aries, tendremos mucho tiempo después para eso, ahora hay que buscar a Pi.—Mencionó llendo al lado contrario al mio y yo seguí con la búsqueda de mi hermanita.
Seguimos buscando durante treinta minutos, los cuales parecieron eternos y si antes estabamos preocupados, ahora lo estabamos más.
—De acuerdo, Piscis no aparece, ¿qué hacemos? —Me pregunto mi hermana mayor empezando a perder los estribos—, los animales también están buscando y no hay señales de ella ni de cotton.
—Sus Altezas, ya hemos buscado por todos lados y la princesa no está. —Dijo esta vez María acercándose a nosotros, no lo demostraba pero yo sabía que estaba asustada de igual manera por la desaparición de su amiga.
—¿Buscaron en los riscos, el bosque, los establos, los reinos vecinos? —Pregunte alzando la voz en cada oración que decía, no era para nada común que yo estubiera alterado.
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Un Mundo Nuevo [Saga Zodiacal 1]
Pertualangan。・:*:・゚★,。・:*:・゚☆。・:*:・゚★,。・:*:・゚☆ -¡Desearia irme lejos de aquí y nunca más volver! ○ ○ ○ Un deseo que sabía no podría cumplirse, siempre lo había sabido, pero las esperanzas ganaron en aquel corazón dulce y frágil -No hagas nada de lo que puedas...