Lalisa Manoban es caracterizada por ser una jefa realmente estricta con sus empleados, así que no es conveniente meterse con ella.
Quien fuera Jennie Kim para tener tanta "suerte" y ser asignada como su secretaria personal...
☆ Adaptación.
☆ Auto...
Mi jefa es un demonio. En algunos casos rezarías para encontrarte con el diablo en el infierno en lugar de encontrarte cara a cara con ella.
Lo peor de todo: es atractiva y ridículamente encantadora, por lo que nunca ves sus verdaderas y horribles intenciones.
No, no es una violadora, una asesina, ni una psicópata desquiciada. En realidad es una germen-fóbica, una extrema perfeccionista, y no podemos olvidar el rasgo más importante; le encanta atormentarme en el día a día.
Y en el último tiempo, las posibilidades para hacerlo están aumentando con mayor frecuencia. Ya, hablando seriamente, ¿alguien tiene un antidepresivo?
---
Para: loslectores. De: Jennie.
Vamos a ver, ¿por dónde comenzar? Bueno, supongo que una presentación sería una buena forma. Mi nombre es Jennie Kim, tengo veintiún años y actualmente estoy trabajando en lo que mucha gente llamaría un trabajo de "alta categoría". Esto muy bien podría ser verdad, pero tiende a haber algunos problemas con eso cuando tienes una jefa como la mía.
No voy a aburrirlos con la larga historia aún, pero me siento obligada a advertirles que están a punto de aprender el verdadero significado del lobo con piel de cordero. La mujer que se ha convertido en la pesadilla de mi existencia, Lalisa Manoban.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esta mujer es mi jefa, ¿Es hermosa, cierto?
No se dejen engañar.
La tipa es un completo demonio.
Tiene un enorme desorden compulsivo, todo lo que hace y lo que la gente a su alrededor hace tiene que ser perfecto.
Agregando más características a la lista, también es increíblemente grosera, mezquina y calculadora.
Y porque tengo una suerte maravillosa (siendo sarcástica) llegué a ser su secretaria personal.
¡Qué alegría! Así que como las sádicas que son, disfruten leyendo mi miseria.
