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Maratón [2/4]




Empujé el pan dentro del horno, lista para comenzar a hornear antes de revolver la ensalada. Había planeado ordenar comida, pero alguien dijo que deberíamos comer ligero, ya que teníamos que despertar temprano (desprecio la palabra temprano). Kuma se sentó a mis pies y me miró mientras sostenía una rodaja de tomate. Fruncí el ceño y puse mi mano libre en mi cadera.

ㅡ¿Qué, tu amante está tomando una ducha?ㅡLadró en respuesta. Suspiré y sacudí la cabeza. En secreto, creo Kuma es un humano atrapado en la forma de un perro. Haciendo caso omiso de sus gemidos para que le diera comida, puse la ensalada y el pan sobre la mesa. Al lado de su plato puse la botella de desinfectante para manos, que ahora estaba siempre en la cocina, y me senté para empezar primero. Ella vino un momento más tarde, con el pelo mojado.

Estás mojando mi piso. No dije nada y seguí comiendo mientras se sentaba.

ㅡ¿Es esta la comida? ㅡ¿Acaso no está en la mesa?

ㅡSí. Dijiste que hiciera algo ligero, y es por eso que hice ensalada y pan.

ㅡDije ligero, esto apenas existe. ㅡDejé de comer y casi doblo el tenedor de metal a la mitad.

ㅡ¿Entonces, debo hacerte algo más? ㅡElla negó con la cabeza y empezó a comer.

ㅡEsto está bien. Voy a tomar un desayuno rápido en la mañana. ㅡBien por ti. Disfrute sólo unos segundos de mi ensalada. Cuando estaba llena de pan y ensalada, tomé mis platos y fui a la sala de estar. Me tendí en el sofá con mi portátil, apenas prestando atención a ella cuando llegó y se instaló en la silla junto al sofá. La miré mientras cruzaba una pierna sobre la otra y empezaba a cambiar los canales de la TV. Por supuesto, se detuvo cuando llegó a las noticias. Suspiré, de repente lamentaba no tener un televisor en mi cuarto.

ㅡ¿Ya empacaste? ㅡNo, estaba demasiado ocupada haciendo tu cena ligera de la cual te quejaste.

ㅡNo, todavía no. ¿Cuánto tiempo nos quedaremos?

ㅡDos días y tres noches. ㅡDe mala gana deje mi ordenador portátil. Entre a mi habitación y saqué uno de mis bolsos de lona más grandes y lo llene de un montón de camisas para el trabajo, seguido de pantalones de vestir, vestidos, jeans y dos pares de shorts. Fruncí el ceño, sin saber cuánta ropa interior necesitaba. Personalmente, respeto la idea de ir de comando para cada ocasión.
Bueno, no puedo hacer eso. Quiero decir, ¿y si escanean mi bolso en el aeropuerto y todo el mundo ve que no llevo nada de ropa interior? Maldigo en silencio a mi yo interior, tiro un puñado de pantys y calzones, y subo la cremallera del bolso. Puse mis zapatos en otra bolsa con objetos personales antes de dejarlos en la sala de estar y ponerlos al lado de la puerta.

ㅡListo,todo empacado. ¿No vas a empacar? ㅡNo me importaba, sólo quería saber si ell ya estaba lista ya que me estaba dando órdenes.

 ㅡLo hice ayer por la noche ya que sabía sobre el viaje antes que nadie. ㅡVaya,gracias por avisarle a tu secretaria personal. Me dejé caer sobre el sofá y cerré los ojos.
Al menos voy a tener un poco de tiempo sin ella estando tan cerca. Puede que sea para mejor.

.-.-.-.-.-.-.

Hay algo tocándome. Gruño y me volteo para alejarme. Se detuvo en mi hombro y comenzó en mi espalda.

ㅡKuma, ¡para! ㅡApreté mi manta a mí alrededor y por arte de magia, se detuvo.

ㅡEste viaje no es opcional Jennie. Levántate.ㅡDe acuerdo, así que quien me molestaba sonaba como una mujer y sabía mi nombre. Quemándome los sesos pensando quien podría, mi mente me trajo de vuelta a los dos últimos días haciéndome querer gritar.

Devil Boss |Jenlisa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora