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Maratón [3/4]

Estoy completamente convencida de que estoy en una pesadilla recurrente que sólo terminará con mi muerte o mi miseria eterna.

Resoplé y me crucé de brazos, completamente molesta mientras nos dirigíamos a nuestra habitación en el ascensor. Por supuesto que ella estaba tranquila, como de costumbre, pero se veía casi tan molesta como yo. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, fui la primera en salir. Abrí la puerta con mi tarjeta y entramos.

ㅡWhoa. ㅡ¡Esta habitación es increíble! Dejé mis maletas en la puerta y me acerqué a las grandes ventanas. La vista era impresionante. Estaba tan perdida en lo que veía apenas noté el sonido de un golpe seguido por algunos murmuros.

ㅡ¿Eres tan cabeza hueca que ni siquiera puedes mover tus maletas? –Rodé los ojos, la magia de la vista se evaporó inmediatamente. Dándome la vuelta, la vi pararse.

ㅡLo siento joven. ¿Estás herida? ㅡElla resopló y sacudió la parte delantera de sus pantalones.

ㅡNo, estoy bien. ㅡ¡Oh, qué maravilloso! Volví a apreciar la vista, empezando por el agua azul. De pronto se me ocurrió una idea maravillosa. Si pudiera conseguir que se acercara al agua, podría "accidentalmente" empujarla. Mi interior soltó una risa.
Probablemente puede nadar idiota. Sal de tu burbuja ¿quieres? Suspiré y sacudí la cabeza. Iba a tener que ver a Rosé para una evaluación mental.

ㅡNo puedes estar allí y mirar todo el día. Tengo que asistir a una reunión y te necesito allí. ㅡPasó por al lado mío, caminó al baño.

ㅡSí, señora. ㅡDebería haber sabido que no iba a poder disfrutar de esto.

.-.-.-.-.-.-.

Nos marchamos del hotel y tomamos un taxi hacia un gran edificio. Tuve que evitar explotar de risa cuando el conductor del taxi estornudó y Lisa le lanzó una botella de desinfectante para manos en la cabeza. Esta mujer estaba loca.

Ajusté mi corbata, que no se sentía cómoda con el calor, y la seguí adentro. Una fila de personas la estaba esperando, quienes asumí que eran los nuevos trabajadores. Todos se inclinaron en un total de noventa grados. Uno de los hombres salió de la multitud, sonriendo.

ㅡBienvenida Joven ManobanㅡA pesar de que estaba hablando con ella, sus ojos estaban clavados en mí. Aparté la mirada y cambié mi peso de un pie a otro.

"La joven Manoban" Mantuvo sus manos en el bolsillo, y se inclinó un poco, haciendo caso omiso al apretón de manos que ofreció el hombre. Hum, la loca de los gérmenes. A él no pareció importarle, luego giró y me tendió su mano.

ㅡ¿Y tú quién eres? ㅡMe sonrió y estrechó mi mano.

ㅡJennie Kim, secretaria de la señora Manoban. Gracias por darnos la bienvenida. ㅡAl menos una de nosotras debe ser educada. Él sonrió y me cogió la mano un poco más fuerte de lo necesario. Lisa se aclaró la garganta y dio un paso hacia adelante.

ㅡAl finalizar con la presentación, me gustaría un recorrido por el edificio. ㅡEl hombre se echó a reír y, finalmente, soltó mi mano. Suspiré con alivio. Tenía una mano de hierro.

ㅡAh, casi se me olvida que eres una joven de negocios muy seria. Vamos entonces. Jenn-shii asegúrese de estar cerca. ㅡLevanté las cejas. ¿Qué demonios, acaso parezco una niña de cinco años? Me quedé en silencio, ya que era lo mejor para mí y mi trabajo, los seguí a ambos mientras el hombre nos daba un recorrido por el edificio.

Era una impresionantemente enorme y mucho más extravagante que la sucursal en Seúl. Varias veces Lisa me pidió que tomara nota, era quisquillosa hasta con las cosas más pequeñas.

Devil Boss |Jenlisa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora