Organización Crawford

Epílogo III

Narrador

¡Ah, sigues por aquí! Uno pensaría que al leer la palabra "fin" ya te hubieras largado, sin contar que los anteriores epílogos daban miedo. ¡Ya sé, me extrañaste! Mierda, yo intentando que me odies y esperaste hasta llegar a este epílogo. Bueno, no sabías que en este me tocaba justo a mí.

Como sea, seguro te estarás preguntando por qué ahí arriba, dice "Narrador". Pues si realmente habría que narrar en tercera persona, no sería necesario aclararlo. Sí, entendiste bien, voy a narrar en primera persona, ya no seré espectador.

¡Seré protagonista de este epílogo! ¡Yey!

"¿Cómo un narrador puede ser protagonista?", quizás te estarás preguntando.

Verás, te mentí, te mentí durante todo este maldito libro. No soy un narrador... bueno, sí, pero no como imaginas, o sea, tengo cuerpo. De hecho, Crawford me lo dio hace mucho tiempo.

Mi nombre es Jeffrey Lesstein, vengo de un largo linaje de siervos, siervos de la familia Crawford. Sí, el que te estuvo contando la historia durante todo este tiempo es... Chófer. Aunque lo siento, si quieres preguntarme sobre Crawford, ni yo sé lo que es. Yo solo hago mi trabajo, me limito a obedecer. Bueno, no estoy seguro. Tengo una reunión muy importante hoy, así que voy a tener que tomar forma, volver a mi cuerpo y encontrarme con el enemigo.

No le digan a Crawford, no quiero morir.

Eh... tengan en cuenta que les he mentido antes, así que quizás no es que vaya a traicionarlo, entonces... bueno, sí, díganle.

Dejo de estar en el cosmos, tomo forma humana, me acomodo la corbata de mi traje y me adentro en mi limusina. Manejo hasta el lugar del encuentro, entonces me detengo cuando visualizo al hombre de cabello azul con su báculo y su acompañante murciélago, enganchado a su hombro.

—Viajero n.° 3.324 —lo menciono.

El hombre con aquella marca extraña en su cuello, me observa serio al yo hablarle tan amigable.

—Sabes lo curioso que es que me hayas llamado específicamente a mí.

Asiento.

—Solo se conocen dos viajeros en el virixverso, y no podía llamar a 207, Crawford ya la tiene en la mira.

Se ríe.

—Ustedes, se creen que pueden manipularlo todo. Siempre opiné que la Organización Crawford serviría de algo, pero nunca pensé que sería para aniquilarnos. ¿Qué quiere ahora tu amo y señor? A ver, dime.

—No es lo que quiere, es lo que sabe. —Enarco una ceja.

Se hace una pausa.

—No sé si me deseas ayudar o engañar.

Sonrío con malicia.

—Ambas.

—Entonces, habla.

Carraspeo y observo al cielo, mirando al lector. Esto es un spoiler de Viajeros. Si ya la leíste, continúa, si quieres saber el secreto de esa novela, sigue adelante, pero si querías leerla, frena aquí.

Quedas advertido, la siguiente línea es la definición de un viajero y el secreto de esa obra:

—Eres un viajero, viajas a través de las historias, ayudas a los escritores con los bloqueos, eres la musa que los ayuda a escribir, entonces entiendes que lo que él sabe es lo que cualquier personaje no, ¿comprendes?

—Mierda —se queja—. Ya no es un personaje.

—Exacto, se ha convertido en algo más, algo peor. Tienes que detenerlo, está fuera de control, está despertando a otros.

—¿Y me dices esto porque...?

—Soy un narrador y soy un personaje, no sé si lo obedezco porque quiero o porque elige mi destino. Es casi como si fuera un escritor, aunque esa no es su definición, porque si fuera así, ya hubiera acabado con la creadora.

—No puedo detenerlo —me aclara—. No sé lo que es o quién es, no está en mi jurisdicción, enfrentarme a esa cosa sería suicidio.

—Eres un cobarde.

—Y tú su chófer, no puedo confiar en ti, solo me acabas de poner en la mira de Crawford por mencionarme.

Me carcajeo como un demente.

—¡Todos estamos en la mira, solo entraste en la narrativa de la historia, bienvenido!