Capítulo 29: Cambio radical

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Sentado en esa incómoda silla de la gran sala de rehabilitación y viendo a su hermano realizar los ejercicios que las enfermeras le pedían, Shoto tenía mucho tiempo para pensar en qué sería ahora de su vida.

Desde el conservatorio hasta ahora, toda su vida había sido decidida por otras personas. Muchos ídolos se suicidaban por la presión de algunas compañías, por esas toma de decisiones hasta privadas y ahora que estaba libre de todo eso, se daba cuenta de que, pese a la tranquilidad, no tenía ni idea de cómo volver a tener el control de su propia vida.

¡Su imagen! Quizá... eso era lo primero que debía cambiar. Había sido durante muchos años, Shoto Todoroki, el chico exótico que todas las fans anhelaban. Todo eso debía cambiar, tenía que desaparecer y su físico no ayudaba demasiado. Por eso mismo, cada vez que salía a la calle seguía llevando esa sudadera con capucha en un intento por ocultarse de todos y que nadie le reconociera.

— ¿En qué piensas? – preguntó Touya a su lado al verle tan distraído cuando él ya había terminado.

Shoto agarró el teléfono y empezó a escribir en él, para luego, enseñar la pantalla a su hermano con algo escrito.

— En que necesito un cambio de imagen.

— Eso es fácil. Sé por dónde podemos empezar – sonrió Touya – vamos, voy a necesitar que me ayudes a llegar hasta allí – comentó en su silla de ruedas puesto que aún no estaba listo para caminar. Sus músculos, aún agarrotados, se negaban a responder adecuadamente y estaban sumamente débiles.

Con una melancólica sonrisa, Shoto se levantó, le dejó su chaqueta a su hermano, quien la apoyó en sus piernas y entonces, Shoto movió la silla por los pasillos del hospital para irse de allí.

***

Tumbado en la cama, en medio de la oscuridad de su habitación con una única luz, la de la pantalla del portátil, Bakugo escuchaba una y otra vez esa grabación. La voz de Shoto ahora hasta le parecía especial, tan calmada y varonil, tan suave... esa maldita canción que le dejaba sólo para él... no podía cantarla. Simplemente no era capaz de hacerlo sabiendo que aquel era el último trabajo de Shoto.

Por un instante, miró la lista que Shoto tenía sobre cosas que hacer y tomando un bolígrafo, tachó una más: "crear algo propio". Shoto siempre estaba creando esas canciones y eran únicas y suyas.

Aún quedaban tantas por hacer... quería montar en canoa, tener una mascota, ir a algún evento deportivo famoso, sembrar un árbol, practicar kendo... y... abajo del todo, Bakugo sonrió al leer algo mucho más privado y personal: mantener una relación estable, tener sexo del bueno y decirle a la persona que amas que la amas pese a que tu orgullo te lo impida. Sin embargo, entre todas ellas, había una que a Bakugo le dolía cada vez que la leía: perseguir tus sueños. ¿Qué sueños tenía ahora Shoto tras perder la música?

La canción dejó de sonar pero Bakugo no tuvo fuerzas ni siquiera para apagar el reproductor. El silencio reinó en el cuarto. Con la guitarra en sus manos, sabía que debía aprenderse esa partitura, esa dichosa canción pero... sólo sentía dolor cuando sus dedos tocaban la cuerda, no dolor físico, un dolor mucho más intenso, el de la pérdida de algo importante. La música era divertida con Shoto, todavía tenía presente las sonrisas de Shoto cuando ensayaban juntos, esos pequeños gestos que le enamoraban, cómo ponía el bolígrafo sobre su oreja cuando componía, esas miradas fijas que tenía con su hermosa heterocromía, la suavidad con la que tocaba su hombro para espabilarle.

"Bakugo"

Escuchar su nombre pronunciado por esa suave voz de Shoto captó su atención al instante. El cd seguía en marcha, no lo había quitado como las veces anteriores cuando se hacía ese tenso silencio que él creía el final del disco, pero... no era el final. Bakugo escuchó con atención entonces.

Dreams (Boku no hero: Todo-Baku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora