7. Dar con alguien

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Esa vez, Optimus se mostró preocupado por la salud de su más preciado autobot, y Ratchet no perdió tiempo convenciendo de lo contrario. Se quedó en silencio mientras Prime cuestionaba todo lo que habían hecho con él. Escuchó a Red Alert hablando de una relación posible pero extraña con la explosión. Red Alert habló con elocuencia y sus palabras se escucharon verosímiles, aunque sea para alguien que no conoce mucho de ciencia. Por lo menos, Optimus mantuvo la calma y le prometió a Red Alert que lo apoyaría en sus investigaciones, mas no descartó su apuro por encontrar una solución efectiva.

Ratchet permaneció callado, pero vio el nerviosismo en Optimus Prime y supo que si Red Alert no daba con un diagnóstico efectivo pronto, Optimus estaría furioso. Obviamente, alertó a Red Alert sobre el verdadero problema.

—En verdad, yo creo que no sirve de nada seguir mintiéndole —mencionó Red Alert—. Creo que podemos mantenerlo tranquilo si lo tenemos al tanto de cada avance que hagamos.

Ratchet no supo qué responder: una parte de él estuvo de acuerdo con Red Alert, pero otra pensó que, de cualquier manera, Optimus se enojaría con su compañero y se volvería más obsesivo con su seguridad.

Por suerte, las respuestas (o algo similar) ocurre justo ahora, cuando los principales decepticons se reúnen con los científicos y el líder autobot para hablar sobre la explosión.

—Shockwave no está seguro de qué la produjo, pero sí sabe que ha sido demasiado fuerte —informa Megatron—. Como un choque de agujeros negros, o algo aún más fuerte.

—Coincidimos con ustedes al creer que no se produjo en Cybertron —agrega Shockwave—. Tampoco hemos encontrado indicios de algo extraño en el planeta, aunque, claramente, no lo hemos recorrido en su totalidad. Por lo menos, en el lado decepticon, no hay signos de algo fuera de lo común.

—Se percibió bastante bien, por lo que no se debe encontrar muy lejos —opina Perceptor.

Ratchet no esperaba nada sorprendente de ese encuentro; en efecto, ni siquiera le provocaba un mínimo de interés. Solo está ahí, porque Optimus prefiere tenerlo vigilado por sus propios medios.

Los Decepticons no saludaron a los Autobots como si fuesen compañeros o algo así: simplemente, llegaron a la sala indicada, y Megatron saludó con un movimiento de cabeza en representación de todos los demás. Detrás de él, están Shockwave, el ingeniero de horrible fama; Soundwave, el integrante mudo que registra y controla cada detalle insignificante; y Starscream, el teniente de los Decepticons y el líder de los Buscadores.

Ratchet se queda mirándolo durante un largo tiempo como si estuviese embobado con él. Lo observa de arriba abajo, estudia cada parte de su cuerpo: la forma de las alas, el color rojo en todo su ser, su pecho, su torso, sus piernas, su cintura, su cadera. Lo mira varias veces, sube y baja la mirada como si jamás lo hubiese visto.

De repente, Red Alert lo patea por debajo de la mesa, y Ratchet se vuelve hacia él. Sin embargo, Red Alert no le devuelve el gesto. En su lugar, se mantiene concentrado en la exposición de Shockwave sobre sus hipótesis. Ratchet regresa la mirada y nota que Starscream también lo está observando, aunque de forma disimulada, desde su posición de pie tras Megatron y con algunos gestos de desaprobación sutiles.

Entonces, Ratchet recapacita sobre lo que acaba de hacer. Mira a Megatron casi al frente suyo, imagina todo lo que se dice sobre Shockwave, recuerda sus investigaciones acerca de las armas químicas del grupo contrario. Busca a Optimus sin ningún tipo de vergüenza. Por suerte, y como era obvio, el líder autobot está cerca de él, y se mueve hacia su lugar en cuanto nota que Ratchet está actuando muy extraño. Le coloca una mano en su hombro, y el médico autobot deja de crear escenarios falsos en su mente. Baja la mirada y huele el aroma de Optimus, de su Prime, tan cerca de él, tan pendiente de sus miedos, de sus inseguridades, de sus errores. Siente sus manos sobre su cuerpo, ese tacto que le da la seguridad que necesitaba, esos movimientos delicados sobre su piel que le devuelven la paz.

Optimus siempre fue un lugar seguro. A pesar de que no comparte tanto tiempo con él (no como antes), Optimus es un lugar seguro.

—Nosotros hemos intentado determinar la ubicación —habla Perceptor—. Aunque los resultados han fallado varias veces.

Ratchet decide escuchar la conversación para mantenerse entretenido con algo. Sin embargo, al notar que nadie responde y que Optimus se está volviendo más duro con su agarre, levanta la mirada y mira los alrededores: Shockwave le ha clavado su ojo a él.

—¿Está enfermo? —pregunta Megatron repentinamente. Ratchet vuelve a bajar la mirada y reprime el impulso de correr de ahí, volver a ese cuarto celosamente escondido en lo más profundo de ciudad Autobot y pasar el tiempo.

—No es de tu incumbencia —responde Optimus con bastante tranquilidad. Sin embargo, Ratchet siente ambas manos sobre él ejerciendo una repentina presión.

—Queremos hablar con ustedes porque algunos de los nuestros han cambiado su comportamiento luego de la explosión.

—Oh, claro. ¿Y Starscream es uno de ellos?

—No es de tu incumbencia.

Ratchet espía a Starscream desde lo bajo mientras el teniente decepticon también lo observa a él. Optimus no quita sus manos de encima ni alivia la dureza. De repente, Ratchet comienza a sentir un leve dolor en sus hombros, algo así como si Optimus lo estuviese regañando por haber sido tan evidente.

—Bien —habla Prime luego de unos segundos de silencio. Ratchet vuelve a mirar la mesa de metal—. Tenemos conocimiento de sus avances, aunque no son diferentes de los nuestros. Y ahora, sabemos que algunos cons han sido afectados por algo que ningún bando logró encontrar. Sospecho que ambos grupos tenemos la necesidad de llegar al fondo de esto y buscar una cura.

—Estoy de acuerdo —admite Megatron.

—Bien, no tenemos nada más de que hablar. En cuanto tengamos algo, los contactaremos.

—Haremos lo mismo.

Megatron se pone en pie y se gira hacia la puerta, aunque se detiene en cuanto nota que Starscream se ha quedado en su lugar observando a Ratchet. Sin embargo, el médico autobot no siente miedo de dirigirse a él. Incluso, le gustaría hablar con el decepticon. Starscream hace ademán de querer decir algo, y Ratchet espera escucharlo. Aún así, Optimus no suelta su agarre, presiona más fuerte y tira de Ratchet hacia él. Ratchet reprime un quejido de molestia, aunque, de seguro, las muecas se ven.

—¿Lo dejas hablar con Starscream? —pregunta Megatron.

—No. Ratchet no quiere hablar con él.

—Bien, entonces, hablaré yo contigo sobre lo que ellos quieran. ¿Qué opinas, Starscream?

Pero el líder de los Buscadores admite que prefiere irse a casa; Megatron no insiste. Dan media vuelta y todos los decepticons se van de la sala.

Entonces, Ratchet siente un odio profundo hacia Optimus Prime, aunque al instante, piensa que solo ha hecho eso porque teme por su seguridad. De hecho, esa conversación podría haber acabado mal. Mas sus pensamientos no justifican su desilusión, y ahora mismo, una parte de él piensa que ha perdido información clave. 

 

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