14. Creer en algo

24 3 0
                                    

Optimus no se muestra de acuerdo al instante, pero acepta que Lockdown se quede en Ciudad Autobot con algunas condiciones; entre ellas, no acercarse demasiado (o más de lo necesario) a Ratchet. Lockdown no protesta ni menciona nada.

—Después de esto, voy a tener que controlarte los circuitos —le murmura Red Alert a Ratchet mientras esperan en la sala de reparaciones—. O las tuercas, quizás, se te zafó más de una.

—Si no quieres, puedo hacerlo yo —ofrece Ratchet tímidamente.

—¿Y que Prime me regañe después?

—No lo hará...

—¿Y qué si en algún momento se cansa de escuchar tus pedidos?

Ratchet está a punto de responder, pero al mismo tiempo, sabe que no vale la pena discutir con Red Alert ahora mismo. Además, tampoco sabe qué decir exactamente.

—Lockdown se portó bien conmigo —comenta, solo por decir algo. No mira a su compañero—. O eso creo...

—Me gustaría saber por qué. Seguramente, te pedirá algo a cambio más adelante. Espero que algún día dejes de ser tan iluso.

Red Alert se sigue escuchando alarmado y odioso, por lo que Ratchet decide no hablar más. Sin embargo, Red Alert se acerca a él al poco tiempo con una expresión decaída. Se ubica a su lado en la mesa:

—Agradezco que te preocupes por mí —menciona—. Que siempre me tengas en cuenta al momento de salir de los embrollos. Pero a veces, siento celos de ti; yo no tuve a alguien que me protegiese en la guerra, y tampoco lo tengo ahora. Ahora, tengo menos que antes.

Ratchet se queda en silencio mientras escucha eso. Red Alert apoya su cabeza en su hombro como si estuviese muy cansado, como si ya no resistiese más.

—¿Recuerdas cuándo nos formaron en la Academia? —suelta Red Alert con un poco de emoción—. Éramos tantos que ni llegué a conocerlos, aunque todos nos conocían a nosotros dos. Ahora, solo somos nosotros dos en todo el planeta, los dos mejor armados. Los dos más perfectos. Quizás, los únicos dos que estaban destinados a sobrevivir.

O no. Porque ahora, uno de ellos está enfermo, y ninguno puede dar con un diagnóstico.

—Yo te cuido a ti, Red.

—Sí, ya lo sé. Y yo, te cuido a ti.

La puerta se abre al tiempo, y Optimus aparece en escena seguido de Lockdown. Red Alert se pone en pie y le indica al cazarecompensas en dónde está la camilla con un movimiento de brazos. Ratchet observa a su compañero moverse de un lado a otro sin pronunciar nada más. Luego, lo ve buscando jeringas en un cajón.

—Él es Red Alert, el otro médico autobot —presenta. Red Alert se queda muy quieto en cuanto lo escucha—. Estará con nosotros mientras te analizamos, y también, te hará algunas pruebas.

Después, se dirige a Optimus. Se arrima a él en silencio.

—No te puedes quedar —murmura—. Es parte del código de ética.

—¿Y si les hace daño? —responde Optimus en otro susurro.

—No me molesta que se quede —interrumpe Lockdown recostado sobre la camilla y con la mirada en el techo.

Entonces, Ratchet se restringe a acercarse a su paciente y explicarle qué harán. Red Alert no interfiere en ningún momento. Solo trabaja con rapidez en completo silencio. Va y vuelve mientras Ratchet hace los trabajos que requieren más paciencia y contacto con el paciente. Optimus se queda callado, observando desde lo lejos. Ratchet ni siquiera le presta atención, aunque no deja de sentir que su mera presencia es más molesta de lo normal.

StarscreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora