chapter eight

83 9 3
                                    

En realidad la pelinegra sí lo había notado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

En realidad la pelinegra sí lo había notado. Podía notar como luchaba por no llorar a mares, el sorber su nariz, la manera en la que apretaba el arma haciendo notar sus nudillos ponerse blancos por la fuerza con la que la sostenía. El maldito sonido le hizo recordar la muerte de sus padres, los que murieron para no querer infectarla en su misma habitación en la que se habían encerrado.

Grace no notó la mirada de Ada sobre ella. Aunque no podría percibirla si fuera en caso, tenía su vista cubierta por los lentes negros.

—Quiero saber que está pasando. Y parar al responsable —Leon se volteó a ver a Ada con enojó—. Ayudar agente así... Para eso me uní al cuerpo.

La castaña se volteó para verlos ante los reclamos del rubio, Ada caminó para quedar frente a él.

—Mi misión es acabar con esta operación de Umbrella —comentó y guardo silencio—. Y podríamos morir.

—Lo que sea por salvar la ciudad —rompió el silencio Grace y miró a la pelinegra.

—Cuenta con nosotros —Leon asintió firmemente.

Sin decir nada más siguieron a la chica de cabello corto.

—¿Conocen la corporación Umbrella? —les preguntó con esa misma seriedad desde que la conocieron pero su silencio le respondió—. Es una empresa farmacéutica que fábrica armas biológicas. Tienen un virus... —reveló sin dejar de caminar con seguridad sabiendo que la seguían—. Transforma a la gente en criaturas indestructibles.

—Eso explica las cosas horribles que lamentablemente hemos visto —argumento la chica quitándole las palabras a Leon.

—Y por eso busco a Annette Birkin. Es la responsable en Umbrella de esparcir el virus. Voy a acabar con ella.

Los tres bajaron las escaleras con Ada de guía. La pelinegra saltó, después Leon y el chico estaba por decir algo pero Grace saltó al lado suyo sin problemas.

—Por aquí llegaremos hasta Annette.

—Por lo que has dicho, este parece el lugar apropiado —Leon argumento con su arma en alto.

—Pues sí.

—Tú primero —ambas chicas argumentaron.

—Oh, gracias.

Leon murmuró sin gracia, ambas chicas lo seguían de cerca o al menos Grace lo hacía. Caminaron en silencio, la también novata no estableció una conversación o algo para romper el silencio que había entre ellos. En ese pasadizo solo caminaron y caminaron, sin correr, solo caminar o trotar incluso.

—No puedo ni imaginar a un científico caminar por aquí —Grace rompió el silencio incómodo.

—Según la central esto lleva a las instalaciones de Umbrella —le respondió Ada mirándola de reojo.

Raccon City || 𝑳𝒆𝒐𝒏 𝑺. 𝑲𝒆𝒏𝒏𝒆𝒅𝒚Where stories live. Discover now