Abby
Abrí los ojos al notar la luz cálida del día en mi rostro pero para mí sorpresa no me encontraba sola, al lado yacía durmiendo alguien que reconocí enseguida. Gavi. Me fijé bien y me di cuenta que estaba sin camiseta. Totalmente en ropa interior.
Muchas preguntas vinieron a mi cabeza ¿porque estábamos acostados en ropa interior? Yo me acordaba de la noche anterior quitarme el vestido y ponerme una de sus camisetas de pijama. Acaso ¿nos habíamos acostado y no me acordaba de nada? ¿Qué había pasado? Esa era la pregunta predominante en mi cabeza.
Una voz grave me espabilo del todo, llevándome una mano al pecho. El sevillano se giró hacia mí frotándose los ojos mientras bostezaba. Joder, era guapo hasta recién levantado.
Lo odias Abby
Es verdad lo odio. No debería tener pensamientos impuros con el. Pero ¿y si bebí y se me fue la olla? Tenía que ir aclarando una por una.
—Ey Abby –reaccioné
—¿Eh? –llegué a decir
—¿Qué te pasa tía, que parece que te ha dado un hamakuko ¿Estás bien? ¿Te sigue doliendo?
Oh oh, eso fue muy malpensado por mi parte, que se supone que me seguía doliendo. Me iba a volver loca.
—¿Cómo?
—Que si ya no te duele, tía estas empana' de verdad eh –sonrió
Todavía no había conseguido descifrar su mensaje "te sigue doliendo". Explicate por favor.
—No, no ya se me ha pasado –intenté sonreír
—Menos mal, me tenías preocupado
Besó mi hombro y se levantó de la cama dejándome ver su abdomen trabajado que miré sin disimulo por minutos.
—No te cortes eh –sonrío
Aparté mi mirada y me centré en mi ropa que yacía encima de una silla, mis zapatos estaban al lado.
—Oye Gavi
—Ahora me llamas Gavi, cuando te pasaste media noche diciéndome Pablo –murmuró
—¿Quería preguntarte -me puse muy nerviosa no sabía cómo formularle la pregunta, ¿se lo decía directa? —Quería preguntarte que pasó anoche?–susurré al fin
—Anoche...ah sí. Follamos
¿CÓMO? Mi cerebro estaba mal o acababa de escuchar esa palabra. No podía ser, si yo odio a este ser como me voy a acostar con el. Es imposible.
—¿Qué?
—Que es broma mujer ¿estás bien? Tía que se te ha bajado la tensión y todo, de verdad ¿estás bien?
—Si si tranquilo es que todavía estoy durmiendo y parezco muerta –sonreí como pude
—¿Quieres que te prepare algo para desayunar y así se te pasa todo? –se sentó en la cama
Negué pero en verdad si me apetecía un buen desayuno después del momento de trance y la maldita broma del idiota más grande del mundo.
—Bueno sí, prepárame algo –asintió
Cuando cruzó la puerta, me dispuse a ir al baño para lavarme la cara de muerta y poner los pies en la tierra.
Bajé abajo ya preparada dónde encontré a Gavi poniendo platos en la mesa. No lo encontraba tan trabajador.
Es más no pensé que supiera cocinar total como tiene dinero tendría un chef y todas esas mierdas.
ESTÁS LEYENDO
Strange Love - Gavi
أدب الهواةAbby Ruiz, cumple 16 años y lo celebra con su mejor amiga en la comunidad catalana. Al dirigirse para una cafetería cercana, divisan una figura de alguien bastante reconocido que hará que la relación de estos se vuelva de odio al amor .